Hacia los 350 kilómetros de playa de  Manabí fluyen en este feriado miles de turistas. Los gobiernos locales, previamente a las fiestas del carnaval, dejaron listos los planes de contingencia. En ellos se  consideró la seguridad de bañistas en los balnearios, pues los salvavidas son vitales.

Una de esas playas vigiladas es El Murciélago de Manta. Al frente de este grupo de rescatistas de la  Fundación Salvares está Pablo Banguera.

Desde 2004 prestan sus servicios para que el visitante se sienta en confianza.

La mantense Margarita Delgado comenta que la presencia de los salvavidas representa seguridad. “Son personas que realmente están preparadas para atender cualquier accidente en el mar y en la playa”. Con ella concuerda el turista sueco Friddy Thomas, quien está de visita por playas manabitas.

En este balneario urbano de Manta existe un convenio entre Salvares y el Gobierno local a través del Departamento de Turismo que lo dirige Analía Navarrete, para que cerca de 12 jóvenes presten sus servicios.

Dentro del Plan Operativo Anual se mantiene una partida presupuestaria ($ 54.000) que es destinada a los rescatistas.

Para estos días de feriado el número se incrementa con personas que colaboran mediante servicios prestados.

“Es importante contar con salvavidas en las playas, Manta tiene 12 balnearios y son  muy visitados y de alta popularidad; por ello el tema plan de contingencia humano es relevante”, indica la funcionaria. También destaca que el turista como tal debe tener un buen comportamiento, seguir las reglas sobre alertas de acuerdo a los oleajes.

En la zona rural de Manta el Cuerpo de Bomberos entrenó a un grupo de salvavidas para que colaboren en estos días de feriado.

En la ciudad se espera recibir 150.000 turistas. El guardavidas Ricardo Pin, quien pernocta en El Murciélago, expresa que de los 2.800 metros de playa, el espacio de cobertura de Salvares es de 1.700 metros.

Las herramientas con las que cuentan son boyas, uniformes, pitos y una lancha. En otros cantones como Sucre, el Gobierno local tiene rescatistas que vigilan las playas del lugar.

El salvavidas Gabriel Mieles explica que, además de Bahía de Caráquez, están presentes en San Jacinto, San Alejo y San Clemente. “Nosotros estamos desde las 07:00 hasta las 18:45. Sugiero a los turistas que disfruten de la mejor manera, que respeten las corrientes y las banderas que indican el estado del mar”.

Crucita es otro de los balnearios con la presencia de rescatistas. Así lo menciona Ángel García, de la agrupación Tiburón; indicó que los turistas van tomando conciencia del momento de ingresar al mar; se los instruye de los colores de las banderas (rojo significa peligro, amarilla prevención y verde libre).

“Nosotros siempre estamos dispuestos a colaborar; nos hemos capacitado en algunas áreas”, señala García.

Pedernales con mayor número
El cantón Pedernales es uno de los que posee mayor número de rescatistas en sus balnearios. Son 35 en total. De ese número 7 son permanentes (rentados). Cubren la playa principal, La Chorrera y Cojimíes. En estos días se esperan muchos turistas, por lo que los salvavidas pernoctan de 07:00 a 19:00.

“El plan de contingencia para este carnaval estuvo listo 15 días antes”, menciona el rescatista Eduardo Muñoz.  Las playas también son vigiladas por policías, marinos y bomberos, quienes hacen rondas.

Como apoyo para el trabajo de los salvavidas en las playas de Crucita, San Vicente, Cojimíes, Manta y Puerto López, hay torres construidas de madera. Desde ahí con binoculares observan el comportamiento de mar y de los bañistas. (I)

Datos
Planes de contingencia
Municipios de distintos cantones de la provincia incluyeron en sus planes de contingencia la presencia de salvavidas en los balnearios. Hay gobiernos locales que tienen convenios con los rescatistas y otros que los avalan.

54 mil es el monto que anualmente designa en su POA el Departamento de Turismo para los salvavidas.   

Seguridad en las playas
Los salvavidas usan silbatos. Cada pitada tiene un significado. Un siseo es prevención y pitadas seguidas es para rescate. (I)