El covid-19 apagó la fiesta y vida nocturna en Montañita y otros balnearios
El bullicio y la algarabía desenfrenada terminó en forma abrupta en Montañita. En lugar de ello, el silencio reina en los estrechos callejones, pues los bares y demás sitios de diversión están cerrados y acallados.
Para Carlos Abad, propietario de un de los bares del lugar, el sector peninsular ya venía con problemas desde octubre del año pasado, a raíz del paro nacional. “Contábamos con el cierre de temporada para recuperarnos, pero vino esta emergencia”.
Lo que le preocupa no es solo la ausencia de turistas, sino el cumplimiento de las leyes laborales, puesto que al no haber ingresos no se puede pagar a empleados, sobre todo a aquellos que por norma están afiliados a la seguridad social.
“Necesitamos muchas reformas y para eso tenemos que adelantarnos con propuestas, primero encaminadas a la seguridad del consumidor; para este fin debemos trabajar anclados con los municipios para fijar nuevas ordenanzas dirigidas a la prevención”.
Exhorta a las autoridades a una reunión para tratar estos temas, pues teme que cuando se levante la medida nuevamente la gente se agolpe en estos sitios y se produzca un rebrote.
No obstante, Luis Tenempaguay, vicepresidente de la Cámara de Turismo de la provincia de Santa Elena, asegura que el flujo de visitantes no se va a rehabilitar en poco tiempo, pues si se levanta la medida adoptada gran parte de la población estará “gastada” y con necesidades más urgentes. (I)