La ordenanza de control de mascotas vigente para el cantón Ambato, en Tungurahua, resalta en sus puntos importantes lo siguiente:

Prestar seguridad y alimento de acuerdo a la especie. Mantener a los perros dentro del domicilio. Utilizar un collar o arnés para pasear al can.

Recoger y limpiar el material fecal de las calles, aceras y parques. “A pesar de que estar regulaciones están en vigencia, no todos los propietarios las cumplen. En la última década se ha vuelto una moda la tenencia de mascotas, especialmente de perros ‘de raza’. Y como se ven en el estilo de vida norteamericano, es común sacarlas a pasear para que hagan sus necesidades. Pero nadie exige que los dueños usen fundas para levantar los excrementos”, explicó Diana Rosero, habitante de la calle Bolívar en el centro de Ambato, uno de los sectores más afectados por los desechos de estos animales domésticos.

La ordenanza también prohíbe abandonarlos o mantenerlos dentro de locales destinados a la elaboración de alimentos; además, maltratar, envenenar y practicar mutilaciones no terapéuticas, entre otras. Los dueños deben poseer un certificado municipal canino anual.

Constituye obligación de los propietarios de perros vacunarlos contra la rabia, leptospirosis y otras enfermedades zoonóticas, y administrarles antiparasitarios.

Esto, según las recomendaciones de un médico veterinario, y en forma anual, quien entregará un certificado de atención, así como tomar las acciones necesarias para evitar situaciones de peligro o incomodidad tanto para el hombre como para el animal.

Este cuerpo legal está vigente desde 2009. Según la Dirección Provincial de Salud de Tungurahua, cada año en esta provincia se vacuna un promedio de 70 mil perros y 20 mil gatos. (I)