La tala de árboles centenarios es una amenaza constante
Un grito silencioso, por ayuda, desde el follaje de la parroquia Río Negro
La parroquia rural Río Negro es parte de la jurisdicción territorial del cantón Baños de Agua Santa, en Tungurahua. Este cantón fue erigido el 14 de diciembre de 1944, y la parroquia Río Negro surgió el 17 de octubre de 1950.
Antes, toda esta territorialidad formaba parte del cantón Pelileo. Por eso, hasta hoy mantiene una ancestral designación de ser la ‘Puerta del Dorado’. Esta frase es una remembranza al mito amazónico que circuló en las primeras épocas de la Conquista y la Colonia.
Se decía que en El Dorado estaba la tierra de la eterna juventud donde los hombres se bañaban en polvo de oro. Los codiciosos de todos los tiempos han procurado descubrir este misterio.
Río Negro tiene una extensión de 617,7 km². Es mucho más grande que muchos cantones de Tungurahua, pues el propio Pelileo tiene 202 km², luego de haberse desmembrado Patate con 315 km² y Baños con 1.065 km². (Ambato tiene 1.009 km²; la provincia de Tungurahua cuenta con 3.335 km²). Esta región de la Patria es un inmenso bosque húmedo y subtropical con atractivos valles que bajan hacia el cauce del río Pastaza en camino al Amazonas.
¿Cuántos riachuelos y cascadas encierra esta tierra? Algún funcionario del anteriormente llamado Ministerio de Agricultura, caminante de estos bosques, me informaba que había registrado unas 1.200 cascadas, formadas con cauces de cientos de riachuelos que llevan sus aguas a ríos como el Topo, Encanto, Zúñag, Tigre, Coral, Choloay, Estancias, San Francisco, Margajitas, Mapoto, Huaman-yacu, Los Ángeles, Casha-urcu, Güital, etc.
Las mitológicas montañas de los Llanganates proveen de humedades desde los fríos andinos y resbalan al subtrópico sembrando de orquídeas, de musgos, de helechos, de bromelias, claveles del aire, y de toda suerte de epífitas que viven inquilinamente arrimadas a los árboles viejos sin ningún problema.
¿Cuántos conocen las cascadas del San Francisco, una de ellas en el sector del refugio del Gallo de la Peña? ¿Qué pasó con el propósito de abrir un sendero turístico hasta la imponente cascada llamada Brisa Hermosa en el Casha-urco, donde existen 2 más que hasta necesitan bautizarse para que sean buscadas y conocidas?
Hasta la quebrada llamada La Carlota tiene agua cuando los torrentes bajan llevando la lluvia por los bosques hasta abandonarla en el Pastaza. Se ha dicho que Río Negro es quizá una de las zonas de mayor precipitación pluvial del planeta y por ello, también una de las zonas más biodiversas del mundo.
Los libros dicen que en la cabecera parroquial la temperatura promedio es de 21 grados a 1.200 metros de altitud. Lo interesante es saber que en Baños se dan 2 extremos de altitud.
Desde la cumbre del Tungurahua que está a 5.016 m s.n.m. se puede bajar a 1.050 a orillas del Pastaza, en las proximidades del límite con esa provincia de Pastaza, en la parroquia Río Negro. Los vientos de la Amazonía llegan unas veces con aire caliente que hace subir la temperatura sobre los 30 grados; pero también desciende a 10 grados.
Un aspecto importante del Sistema integrado de Indicadores Sociales del Ecuador (2002) apunta que Río Negro tiene el 64% de necesidades insatisfechas. Si la población se ha duplicado, de 1.086 habitantes al estimativo actual de 2014, ¿bajaría o subiría el porcentaje de insatisfacciones?
He aquí los retos para mejorar la calidad de vida, el Alli Causay en quichua, que no es sino la búsqueda de una relativa felicidad en armonía con el entorno. Río Negro va perfilándose con 2 focos de desarrollo urbano: su cabecera parroquial y San Francisco, sin olvidar a la colonia Azuay, Topo y la colonia Martínez. El resto es un inmenso bosque.
En mi opinión, Río Negro y las parroquias del callejón del Pastaza deben disponer de una legislación y ordenanzas especiales para el asentamiento humano.
Comparativamente como está dispuesto para Galápagos, donde no se puede hablar de tierras con vocación agrícola. Los modos andinos de agricultura y trabajo agropecuario son un peligro para la preservación de la ecología y de la vida silvestre.
Da mucha pena ver cómo se talan los bosques de grandes árboles que demoraron cientos y miles de años en crecer, para reemplazarlos por matitas de naranjillas, canteritos de tomates o potreritos para que pisoteen las vacas.
Quienes vengan a poblar estos sectores, deben obedecer a una planificación con conciencia ecológica, para que no contaminen con pesticidas sus aguas cristalinas. Que se prohíba el glifosato y los matamalezas que acaban con mariposas, sapos e insectos emblemáticos como los escarabajos, libélulas y hasta los mismos pájaros que han perdido su despensa alimentaria.
La pepa de oro, o sea la naranjilla, que dio riqueza en las décadas de los años 1950 a 1970, junto a los cañaverales, hicieron cambiar el paisaje de Baños hacia la selva. Los bosques de palo de balsa se extinguieron y los árboles que sirven para hacer cajas para las naranjillas siguen derrumbándose. El aserrín cae como cascadas a las aguas del Pastaza, a vista y paciencia de controladores del ambiente.
¿Cómo haremos para que vuelvan a vivir aquí los casi extinguidos tucanes y las mariposas azules y amarillas gigantes? ¿No se dan cuenta que los quinquines y los ucupacchos están en peligro?
Según crónicas de hace 100 años estas aves poblaban los entornos de Baños. Vivían en la falda del Tungurahua. Ahora están en retirada.