Las columnas de tangán fueron descubiertas recién hace 1 año
Un filón arqueológico que desafía a los científicos
A 15 kilómetros del cantón Sigchos, en Cotopaxi, se encuentran las misteriosas columnas de Tangán. Para llegar allí es preciso ingresar por la hacienda de San Marcos. Son enormes columnas pétreas de varios bloques, cuya edificación se atribuye a una antigua civilización.
El descubrimiento fue realizado hace un año por Manuel Escudero y Ángel Villacrés. No existe un camino de acceso y eso precisamente ayudó a su conservación.
Para arribar al sitio es necesario caminar durante 2 horas por senderos pantanosos, empinados y rocosos. Una travesía no apta para cardíacos. “Columnas o pilares tallados en la roca, con dimensiones exactamente iguales entre sí, no pueden ser más que elaborados artificialmente”, escribieron en la presentación de su descubrimiento Escudero y Villacrés.
El hallazgo se ubica justo en el cañón del río Toachi. Sus blanquecinas y poderosas aguas forman las cascadas de Tangán.
De acuerdo con los estudios arqueológicos realizados en 1997, se descubrieron en esa zona vestigios prehispánicos que pudieron pertenecer a los Sigchilas y más adelante a los Incas. Las técnicas constructivas que se utilizaron todavía se ignoran. “En este sector había mucho oro, plata y cobre”, aseguró Mario Andino, historiador y alcalde del cantón Sigchos.
En la actualidad se considera un lugar místico, pues allí se cree que se realizaban adoraciones incas, incluso hasta nuestros días se efectúan limpias ancestrales de modo particular.
El sábado pasado, el GAD Municipal de Sigchos organizó un recorrido con la prensa provincial para que se empiecen a difundir estos atractivos inhóspitos del cantón.
Sin embargo, los caminos de acceso no son fáciles de lograr. “Es maravilloso, verdaderamente espectacular, Cotopaxi está lleno de historia, pero fue muy complicado el ascenso”, dijo Elizabeth Balseca, periodista.
Ante esto, el alcalde de Sigchos dijo que ya gestionó maquinaria y recursos por parte del Gobierno Provincial para que se abran rutas de acceso al lugar.
Mientras, la Municipalidad, en colaboración con la comunidad, se compromete a adecuar un sendero turístico con todas las facilidades para que los visitantes puedan llegar sin problemas hasta las columnas y cascadas de Tangán.
Andino calcula que un sendero costará $ 20 mil. “Las mingas serán una colaboración muy valiosa, pues una vez concluido el proyecto el beneficio será para el turismo comunitario”, señaló.
Este no es el único proyecto que atrae al Cabildo, Andino buscará la colaboración de los ministerios de Turismo y Patrimonio, para realizar un inventario de los sitios turísticos. Dijo que su cantón formó parte del camino del Inca y tiene maravillas arqueológicas como la hacienda de Malqui Machay que, según la historiadora quiteña, Tamara Estupiñán, pudo haber sido la última morada de Atahualpa.
También están la laguna del Quilotoa, las aguas termales de Saraguasi y los Ilinizas, entre otros.