Ambato.-

La madre llamó al ECU-911 para advertirles que su hija (mayor de edad) se había encerrado en el cuarto y tenía en su poder tres cuchillos. Su intención era hacerse cortes en las muñecas para de esa manera desangrarse.

Ese evento ocurrió en una vivienda del centro de Ambato la mañana del 1 de febrero. Varios policías trataron de desalentar a la mujer de sus intentos suicidas.

Luego de un momento consiguieron tranquilizarla y con un fuerte abrazo se logró que la chica de 25 años soltara los utensilios afilados. En una ambulancia fue trasladada al hospital Regional Ambato.

Los médicos que la evaluaron determinaron que sufría problemas psiquiátricos y allí quedó internada para su recuperación.

En lo que va de 2017, según registros de la Gobernación de Tungurahua, en la provincia han ocurrido 6 casos como este. En 5 de ellos las personas consiguieron terminar con sus vidas.

Un proyecto en marcha

El miércoles pasado el gobernador Xavier Vásquez anunció que la campaña Minga por la vida se reforzará durante el presente año.

Esta acción empezó el 11 de noviembre de 2015 con la idea de concienciar y disminuir los suicidios en los 9 cantones. Para lograrlo se planificaron charlas, talleres y asistencia profesional psicológica con expertos de las universidades Católica, Técnica de Ambato y Uniandes.

Además, la formación de grupos de apoyo familiares, un programa de radio difundido semanalmente por Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER) y otras acciones.

Hasta noviembre de 2016 unas 13.000 personas habían recibido ya el mensaje positivo.

Sin embargo, el problema no ha desaparecido. Según la Dirección Nacional de Delitos Contra la Vida, Muertes Violentas, Desapariciones, Extorsión y Secuestros (Dinased) de Tungurahua, en 2014 ocurrieron 22 casos de suicidios y el año siguiente 56 por problemas familiares, emocionales y económicos. No se informó del 2016.

“En Ecuador no se promueven periódicamente campañas de salud mental y emocional. Lo bueno es que las visitas preventivas al psicólogo ya no son tan asociadas a la locura. La depresión profunda situacional puede estar agravada por lo social, familiar, filosófico o religioso”, dijo Ruth Cobo, psicóloga. (I)