Tungurahua le pone el ojo al tema del bullying
El silencio que impera en los pasillos del Colegio Bolívar contrasta con el agitado movimiento que se ve en el patio escolar, donde jóvenes de 12 a 17 años juegan, conversan, pasean, se dan uno que otro empujón y se reclaman por perder un partido, por dejar pasar la pelota o por no haberse prestado un cuaderno.
Estos son los impulsos habituales de los jóvenes, pero en algunos casos las conductas agresivas repetidas pueden esconder tras de sí, serios problemas de maltrato psicológico, verbal o físico entre jóvenes, fenómeno conocido como bullying.
En la ciudad de Ambato, el tema cobró vigencia luego de conocerse que un estudiante de 14 años del Colegio Bolívar tuvo que ser intervenido quirúrgicamente al presentar un trauma facial producto de una gresca con un compañero del plantel.
El caso está al momento en investigación en la Dirección Distrital de Educación número dos de Tungurahua, para determinar si el hecho corresponde a un tipo de agresión reiterada o se trata de un evento casual.
Según Rosa Zurita, Directora Distrital, en esa dependencia no se han registrado casos de denuncias de maltrato escolar, pero en sus listas reposan cinco casos de niños y adolescentes que fueron diagnosticados con hiperactividad y que recurrían en acciones agresivas.
No obstante, en una investigación efectuada durante el período 2009-2011 por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación y la Cultura (Unesco), se indicaba que Ecuador estaba entre los países de América Latina que registraba uno de los índices más altos en cuanto al tema del maltrato entre compañeros de clase.
Pero el psicólogo Cristian Márquez dijo que para considerar un caso como bullying debe haber un patrón repetitivo de agresión. “Con las nuevas leyes educativas se cree que todo es bullying y no es así; hay hechos que son parte de los patrones de comportamiento de los adolescentes; por eso no podemos hablar a la ligera de temas de agresión”.
Sin embargo, para Ángel Ruiz, padre de familia, aún hace falta que las autoridades educativas hablen abiertamente del tema. “Siempre que hay alguna pelea, las autoridades prefieren no hablar por el prestigio de la institución. Es mejor enfrentar el problema”, sostuvo.
Y quienes sí están hablando del tema son los estudiantes del Colegio San Alfonso, quienes el 10 de mayo próximo realizarán un evento especial como parte de la campaña Tungurahua sin bullying.