Riobamba evalúa daños causados por las lluvias
Una semana después de las inundaciones, producidas en el norte de Riobamba, continúan los problemas de movilidad de peatones y vehículos en varias avenidas y calles de ese sector de la ciudad.
Así lo atestiguó Mario Guamán, un albañil que vive en La Lolita, quien esquiva los charcos, el lodo y el agua que todavía corre por el ingreso a su barrio. “Siempre es el mismo problema cuando llueve fuerte. Se necesita un colector en la parte de arriba (sector de la parroquia Licán), para que no tengamos estos problemas. Lo más fuerte fue el viernes antes de carnaval. El agua entró a las viviendas, sorprendió a muchas familias que, con escobas, baldes y palas, luchaban con el agua”, dijo Guamán.
El ingreso a los sectores La Lolita, Liribamba y Nancy Lolita, todavía luce lleno de montículos de lodo. En el barrio 24 de Mayo también hay secuela de las lluvias, aunque en menor proporción; allí, tanto peatones como autos se mueven con dificultad para salir hacia la Av. Monseñor Leonidas Proaño.
“Como nuestros hijos están de vacaciones ahora no hay problema, porque en otras ocasiones hay que salir a dejarlos para que cojan el bus y los uniformes se ensucian, los zapatos se dañan”, afirmó María Qhuispe, moradora del sector. La mujer recordó también que (el viernes pasado) el agua se llevó todo; “cuyes, gallinas, conejos bajaban con la corriente”, indicó.
El alcalde Juan Salazar, junto con su equipo técnico, recorrió los sectores afectados para evaluar los daños. El funcionario dispuso que tanto la Empresa Pública de Agua Potable (Emapar) como la Dirección de Obras Públicas continúen la limpieza y habilitación de las vías.
“Se limpian los sumideros que resultaron taponados. En algunos sectores no hay sistemas de alcantarillado porque se establecieron urbanizaciones clandestinas, vendidas por lotizadores inescrupulosos. Y esta administración controla aquello. Estamos construyendo nuevos sistemas de alcantarillado, pero la fuerza de la naturaleza provoca estos inconvenientes”, acotó Salazar.
La presencia de lodo, piedras y palos en las avenidas Canónigo Ramos, 11 de Noviembre, Milton Reyes y Monseñor Leonidas Proaño (by pass), se debe al desborde de la quebrada Cunduana, ubicada en la parroquia Licán. Por lo que la circulación de los automotores es difícil por el lugar.
“El colector que se construyó en el centro de la ciudad operó perfectamente; no hubo inundaciones ni en las calles céntricas ni en los barrios, como la Paz, donde también construimos otro colector. Sin embargo, acá se requiere edificar uno similar y en ese proyecto nos encontramos”, indicó el alcalde.
El barrio San José de Tapi fue otro sector afectado al registrarse el daño de una parte de los sistemas de alcantarillado y agua potable a un costado de la línea férrea, entre las calles Sangurima y Joaquín Pinto. Personal municipal en el lugar colocó tapones en las tuberías para evitar que la vía continúe siendo socavada.
Ayer se cumplieron los trabajos de limpieza y desalojo del material, también se laborará junto con la constructora de la Red San José de Tapi para reparar las tuberías afectadas. En el barrio actualmente no hay servicio de agua potable, por lo que la Emapar ha dispuesto que se la entregue mediante tanqueros.
Otro sector que resultó afectado fue el dispensario de salud del barrio San Miguel de Tapi, que atiende a las 15 barriadas del norte de la ciudad. “Tuvimos que interrumpir nuestra atención normal para limpiar todo el lodo y piedras que ingresaron”, señaló Natividad Ramos, auxiliar de enfermería.
En el dispensario se observan aún cartones mojados, paredes manchadas y el olor a humedad aún es fuerte. Lo mismo ocurre en varias casas del sector.
“El problema más grave fue que a través de los sifones de los baños salía todo el agua. La tubería es pequeña para evacuar el agua de todos los barrios y no aguantó tanta presión”, manifestó Fabián Guerrero, director de la unidad de salud.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología (Inamhi) reportó que desde el viernes 8 hasta el martes 12 de febrero, el primer día fue el de mayor incidencia de las lluvias en Riobamba, que llegaron a los 10 milímetros.
En los próximos días, en la noche en la ciudad, el clima se mantendrá frío y habrá lluvias. A nivel nacional, el pronóstico en los próximos tres meses será de fuertes lluvias, según el Inamhi.
Esta previsión preocupa al Cuerpo de Bomberos riobambeño, que cuenta con tres motobombas para atender a más de 250.000 habitantes de la urbe y que durante la emergencia creada por las inundaciones resultaron insuficientes. “Las llamadas de auxilio fueron continuas y los tres equipos no abastecieron. Durante el proceso acudimos a 25 casas para evacuar agua”, dijo el coronel Manuel Morocho, comandante del Cuerpo de Bomberos de Riobamba.