Quillán, un sitio para comer
La zona conocida como Quillán La Playa, en Tungurahua, se ha convertido en uno de los proyectos gastronómicos más importantes en el cantón Píllaro.
Gracias a las vertientes de agua, los habitantes de este sector desarrollaron los criaderos de truchas y el Gobierno Provincial de Tungurahua los capacitó para que aprendieran a prepararlas. De tal forma que, en el último lustro, esta comunidad de la parroquia San Miguelito de Píllaro se volvió un atractivo turístico nacional.
Los productores y habitantes de la zona gozan de dos tramos viales asfaltados desde enero del 2010 y que conectan a los cantones Ambato, Píllaro, Patate y Pelileo, al igual que a las parroquias Izamba, María Emilio Terán y Baquerizo Moreno. Ambos trechos cubren 19 kilómetros de longitud y son de doble carril.
“Es realmente agradable viajar desde Izamba o por Píllaro en dirección a Quillán para saborear las truchas asadas, al vino o el chicharrón”, explicó Miguel Tello, radiodifusor del cantón Salcedo en Cotopaxi.
Desde Ambato, el viaje dura algo más de 40 minutos hasta Quillán. En ese lugar hay una decena de restaurantes y hosterías para degustar los pescados.
Este valle, a 2.220 metros de altura, se levanta a siete kilómetros del centro de Píllaro y está atravesado por el río Culapachán. “La labor que hemos realizado para crear fuentes de trabajo fue enorme, pero valió la pena”, dice Lina Chiluisa.