Programas de seguridad en las parroquias se fortalecen
Una vía estrecha abierta entre maizales, eucaliptos y quebradas conduce a San Vicente, parroquia del cantón San Miguel, la que tiene una población de 1.300 habitantes.
Los habitantes del recinto bolivarense cuentan que entre los meses de junio y julio se incrementa la inseguridad. “Cuando se acerca la época de cosecha, los ladrones aprovechan para cometer delitos.
Tanto es así que en julio del año anterior, asaltaron a un vecino y le robaron cerca de 4.000 dólares”, indicó el sargento Segundo Mesías, responsable de la UPC del sector.
Ante esta situación se creó el Comité de Seguridad Parroquial, con el afán de frenar a la delincuencia. El organismo lo conforman el representante de la Junta Parroquial, sus vocales, el Teniente Político, la Policía Comunitaria, delegados de las instituciones públicas y de la ciudadanía. Estas instancias nacieron en 2010 junto con los consejos provinciales y cantonales. La finalidad es promover la participación de la ciudadanía y de las instituciones no solo en temas de seguridad, sino también para resolver problemas que sean de interés general.
Para Paúl Romero, gestor de Seguridad Ciudadana, los comités deben ser canales que ayuden a saber cuáles son las necesidades de los habitantes de las parroquias o comunidades; y en este caso específico, de los siete recintos de San Vicente. “Esta conformación no solo tiene que ver con la seguridad, sino también para establecer diálogos entre la ciudadanía y las instituciones”, destacó Romero.
Como parte de la lucha antidelincuencial, en San Vicente se instaló una alarma comunitaria que se activa marcando el numeral 5 de los celulares de los pobladores. Un dispositivo registra de dónde proviene el pedido de auxilio, permitiendo la acción policial. “Hemos dado charlas para el correcto uso de esta alarma ya que, al ser activada desde los celulares, puede encenderse por accidente. También hemos pedido que no se generen falsas alarmas, pues no se debe jugar con esto”, dijo Romero. En teoría, la ayuda no debe tardar más de cinco minutos en llegar al sitio.
Los habitantes de San Vicente creen importante ser partícipes del proceso. “Es muy bueno que se tome en cuenta nuestra opinión, porque somos los indicados para saber cuáles son nuestras necesidades”, dijo Ángel Verdezoto, presidente de la Junta Parroquial.