Desde noviembre de 2012, la Policía Comunitaria de San José del Tambo (Bolívar) no cuenta con un patrullero porque el vehículo de que disponían  se dañó. En febrero pasado, una grúa se llevó el automotor del garaje en el cual se encontraba arrumado y aún no ha sido devuelto.

Mientras tanto, el Ministerio del Interior y la Gobernación están a la espera de que concluya la construcción de  la nueva Unidad de Policía Comunitaria (UPC), que se ubicará  en un terreno donado por los moradores de la parroquia y tiene una extensión de 400 m2.

Tras ello se prevé aumentar el personal y proveer dos patrulleros y tres motos para que el trabajo de la policía se efectúe adecuadamente. Hasta mientras, el antiguo destacamento funciona con seis policías y una moto. “Los controles se han realizado aunque sea a pie”, indicó Eduardo Trujillo, Secretario de la Tenencia Política.

Son 10 comunidades y 35 recintos los que reciben auxilio de esa unidad de seguridad, lo que equivale a más  de 4.000 personas.

Trujillo añadió que tienen datos de que los robos a motocicletas se han incrementado, pero que los ciudadanos no denuncian por miedo a represalias. “En los últimos dos meses se han decomisado 40 motocicletas de las que no se ha justificado su procedencia. Al momento, esos vehículos se encuentran en la UPC del cantón Chimbo”, explicó Trujillo.

El funcionario también manifestó que muchos de los perjudicados conocen a quienes comercializan partes de esos vehículos robados, pero no los denuncian porque prefieren recuperar sus motos a través de ellos. “No podemos proceder a la detención de el o los ciudadanos involucrados porque no hay pruebas y sus récords policiales paradójicamente suelen estar limpios”, dijo.

Según el Secretario, la facilidad de compra y venta de motos de dudosa procedencia y la falta de equipos para efectuar los controles por parte de la Policía, ha hecho proliferar ese ilícito.