Pelileo convierte 11 toneladas de basura en abono orgánico
Hace nueve años, la Empresa Municipal Mancomunada de Aseo de los cantones Pelileo y Patate (Emmait) se convirtió en un referente regional en cuanto al tratamiento de desechos sólidos y de reciclaje.
Allí se gestionan cada día grandes cantidades de restos orgánicos, residuos de construcción, basura casera y productos reutilizables.
La Emmait está en el sector El Derrumbo, cantón Pelileo, y tiene como objetivo evitar la contaminación del suelo, aire y agua, durante la descomposición de desechos.
“Esto se logra con una adecuada separación de las materias que a diario ingresan al relleno sanitario. En concreto, 46 toneladas: 42 de ellas se recogen por el sistema tradicional de recolección, y dos toneladas adicionales por iniciativa privada”, manifestó el alcalde de Pelileo, Leonardo Maroto.
En esta última parte la autoridad se refiere a que varias empresas, industrias e instituciones de ambos cantones, transportan hasta la Emmait la basura que se genera en sus instalaciones.
“A la par de la gestión de residuos, la dependencia impulsa planes de concienciación sobre la importancia del reciclaje. Es fundamental que nuestras poblaciones, en especial las más jóvenes, comprendan el impacto positivo que tiene en el medio ambiente la separación de materias orgánicas de las reutilizables”, agregó Maroto.
Trípticos, hojas volantes y campañas de difusión en medios de comunicación son algunos de los canales que la empresa utiliza para informar a la ciudadanía sobre las ventajas del reciclaje, así como los horarios de recolección de basura y los puntos de reciclaje en Pelileo y Patate.
Estadísticas
De acuerdo a la Emmait, del total de material que se recepta cada día en el centro de gestión de desechos sólidos, el 75% se destina al relleno sanitario, con un tratamiento especial previo.
El restante 25% se recicla y sirve para la elaboración de compostaje (abono orgánico). Pese a que el relleno lleva en funcionamiento casi una década, de acuerdo al técnico en gestión ambiental César Freire, el lugar aún tendría una vida útil hasta 2022.
“No obstante, ya se analizan varios espacios donde, una vez ocupada la capacidad total, se reinstalaría el vertedero. Incluso se baraja la posibilidad de ampliar la cobertura de Emmait al resto de 8 cantones tungurahuenses, siempre y cuando haya el compromiso de las autoridades”, señaló Freire.
La separación de materias se hace con maquinaria especial. Una de ellas es la banda de clasificación, una plataforma sobre la cual pasan los desperdicios y el personal de la empresa los separa.
Allí se selecciona lo orgánico, que luego se envía a un polígono contiguo donde se elabora abono del más puro.
“Este mejorador de suelo es muy beneficioso, pues se lo hace con restos vegetales ricos en sales y minerales”, dijo Francisco Núñez, agrónomo. Cada semana 3 toneladas de basura se convierten en abono orgánico y un importante porcentaje de residuos es vendido a empresas de reciclaje. El 80% de la venta de las materias reutilizables es destinado al pago de sueldos de los seis obreros que laboran en Emmait. (I)