El miércoles 15 de mayo, alrededor de las 12:15, Maricela y su hija recién nacida, acompañadas por el padre de la mujer, Ricardo Ushigua, y su prima María, abandonaron el hospital de Puyo tras vivir un parto de “alto vuelo”. Esto porque Maricela dio a luz a su hija, ocho minutos antes de que la aeronave que la transportaba aterrizara el pasado lunes.

Maricela, todavía asustada por lo ocurrido, comentó que dar a luz en el avión había sido una experiencia llena de miedo y desesperante. “Como venía acostada en el asiento posterior, me estiré más abajo; ya no pude más y vi que mi hija salió”, contó la mujer.

Maricela habla muy poco español, la mayor parte de la conversación la hace a través de su prima en idioma záparo.

Esto porque la madre de 21 años pertenece a esa nacionalidad amazónica y vive en la comunidad de Llanchamacocha con su otro hijo de 3 años y su abuelita, cuya edad bordearía los 70 años.

El padre de Maricela, que labora como docente en Puyo, dijo que su hija se crió en la comunidad cuidando a su abuelita, y que ella salía a Puyo esporádicamente, ya que asistía al colegio Latinoamericano, donde cursaba el cuarto año de bachillerato. La última salida ocurrió hace dos meses para realizarse un chequeo por su embarazo.

Mientras tanto, su prima María indicó que su abuelita era la partera de la comunidad y quien venía atendiendo a Maricela. Pero que, debido a una complicación surgida, habían solicitado que la trasladaran hasta Puyo. “Cuando no hay problemas, mi abuelita hace dar a luz a todas las mujeres de la comunidad y no pasa nada. Pero mi prima está asustada porque dio a luz en el avión”, dijo.

Maricela y su tierna hija permanecerán al menos por una semana en la casa de María, ubicada en el barrio Santo Domingo en Puyo. “Tengo que regresar a mi comunidad a ver a mi otro hijo y mi abuelita. Pido que me apoyen para pagar el vuelo, comprar ropa y alimentos para mi niña”, afirmó la joven madre en medio de algunas lágrimas. Ella no recibe el Bono de Desarrollo Humano.

Instalados en el domicilio temporal, Ricardo, María y Maricela decidieron que la niña llevará como nombre Fernanda Geoneka Ushigua. Fernanda en honor al piloto que la trajo hasta la Shell y Geoneka en honor a una planta nativa que dicen tiene un aroma dulce que atrae a todo ser que se le acerca.

El capitán Fernando Pástor, piloto de la avioneta Cessna de Alas de Socorro, comentó que el hecho le impactó por ser inédito en la provincia. “Lo primordial era llegar a la pista y no pude ayudar. Me preocupé mucho por la situación. Aunque en pleno vuelo, con Sergio Gamboa operador de la radio, bromeábamos por el nombre que debía llevar la niña o niño. Y al llegar, por suerte, todo estaba bien”, comentó.