El monasterio se ubicaba en la antigua ciudad de Riobamba que ahora es Cajabamba
Museo de Las Madres Conceptas es lugar de visita esta semana
Esta Semana Santa, el museo de la Concepción en Riobamba cobra un gran significado para los católicos.
Este bien patrimonial atesora una de las colecciones de arte religioso más variadas del Ecuador. Se exhibe desde hace 34 años.
El monasterio se ubicaba en la antigua ciudad de Riobamba (actualmente Cajabamba). Fue fundado por religiosas que llegaron desde la Concepción de Quito, pero el terremoto de 1797, arrasó con ese sitio. Por eso, los pobladores buscaron un lugar más seguro y se optó por el espacio actual.
En 1799, se refundó la ciudad y una de las primeras edificaciones fue el convento de las Concepcionistas Franciscanas. En esa época la religiosa que entregaba la mayor dote era la madre Abadesa (la Superiora).
Debido a esta tradición, contaban con grandes extensiones de terreno y haciendas que perdieron con el tiempo.
En la actualidad, la galería se ubica en las calles Argentinos y Cristóbal Colón. La casona mantiene la arquitectura antigua y materiales poco convencionales como huesos de carnero y de cabras, ordenados simétricamente en la entrada.
Estos trabajos solo se realizaban en las casas de alcurnia y de personas potentadas, además se dice que ello era una tradición árabe para espantar a los malos espíritus. Las paredes son de adobe de 1 metro de grosor, y de los techos cuelgan lámparas diseñadas por artistas ecuatorianos, que contrastan con el piso de ladrillo de los corredores.
Mientras se recorren las 14 salas, adecuadas para presentar más de 200 objetos, una tonada gregoriana acompaña a los visitantes que llegan de diversos países, ya que en las guías turísticas mundiales se sugiere el museo de la Concepción en las visitas a Riobamba.
Linn Huffman arribó de Alemania con su esposo. Es devota católica por lo que los cuadros y diseños de Jesucristo elaborados en los siglos XV, XVI, XVII y XVIII le causan una profunda nostalgia. “Escuchamos de este museo y decidimos ingresar. Realmente estoy conmovida por todos los objetos de nuestro señor Jesucristo. Es una colección incomparable”, señaló Huffman.
En las salas azules se destacan pinturas invaluables como La Virgen de la Leche. En sus ojos de vidrio se reflejan las luces artificiales y el encarnado brillante, se realizó con las vejigas de carnero, una técnica que se aplicaba para darle el toque ‘humano’ a las imágenes.
Varias pinturas provienen de donaciones anónimas, otras son de la Escuela Quiteña. En una esquina de la sala 8 se encuentra la virgen que fue realizada por San Lucas y que se la conservaba en Constantinopla hasta que fue destruida por los turcos en 1453. Todas estas obras tienen el propósito de instruir a las personas sobre el pasado y de cómo llegaron a ese lugar.
En la sala 7, la colección de crucifijos muestra la técnica de la tela engomada y policromada, muy habitual en los imagineros de antaño que usaban la plata para la corona que lleva Jesucristo y que se muestra en el centro de esa estancia.
La sala 14 guarda los objetos de la antigua Riobamba. En uno de los pedestales hay una fotografía de la custodia que fue robada el 13 de octubre de 2007.
De esta se dice que fue hecha por contribuciones de las damas de la ciudad. La pieza era de oro mezclada con plata, diamantes y amatistas y se remontaba al 1705.
Sin embargo, a su alrededor se observan otras custodias hechas con rubíes y una variedad de piedras preciosas como zafiros y esmeraldas. Uno de los objetos más atesorados por las madres de este lugar es el manto y cetro de la ‘Virgen de Sicalpa’, la cual se encuentra resguardada y monitoreada por seguridades de alta tecnología como sensores de movimiento y cámaras infrarrojas.
Esta colección demuestra la fe y devoción que mantenían los habitantes de Riobamba y la cual se busca recuperar mediante la exposición de estos bienes.