La ración llega cada 30 días y suple las necesidades de una familia de escasos recursos compuesta por 3 personas
MIES entregó en julio 250 kits alimentarios para erradicar mendicidad en Tungurahua
La cartera de Estado, a través del programa Erradicación Progresiva de la Mendicidad, entregó, el mes pasado, 250 raciones alimenticias a moradores de localidades pobres de Ambato y otros cantones de Tungurahua.
Este proyecto emblemático, que nació en 2007, busca evitar que personas de escasos recursos de comunidades como Quisapincha, Pasa, San Fernando y Pilahuín salgan a las calles a pedir dinero.
Marta Freire, analista de servicios genéricos del MIES, manifestó que la entrega se realiza con frecuencia mensual. “En Tungurahua trabajan 5 promotores que hacen visitas semanales a dichas localidades para analizar la realidad, condiciones de vida y realizar un seguimiento detallado a cada familia y la necesidad específica que tienen. A partir de este análisis, la ración alimenticia se entrega una vez cada 30 días a comunidades de Ambato y casos específicos de Píllaro, Quero y otros cantones”, dijo.
Porción completa
La funcionaria indicó que el kit alimentario está compuesto por 2 libras de arroz, azúcar, arroz de cebada, morocho, lenteja, aceite, manteca y una lata de atún o sardina.
Según el cálculo efectuado por los promotores del plan, esta porción complementa los requerimientos nutricionales de una familia de 3 personas durante un mes.
Ayer por la mañana este equipo visitó la parroquia San Fernando, en la parte alta del sur occidente de Ambato, y entregó 28 raciones a moradores de las comunidades Pisag, La Estancia, Chaca Rumy y a los barrios Guayaquil y el Quinche, de dicha parroquia.
Francisco Cayambe, teniente político del lugar, manifestó que esta donación representa una ayuda significativa debido al alto nivel de pobreza que tiene el sector. “El kit alimentario es un gran apoyo para que los padres de familia del lugar alimenten a sus hijos todos los días. Esta es una de las comunidades marginales más pobres de Tungurahua, ya que de las 300 familias que aquí viven, al menos el 60% se dedica a mendigar en las calles de Ambato. El 40% restante se dedica a cultivar papa, zanahoria, maíz, camote, haba y arveja”, dijo.
Otras necesidades
Pese al cultivo de estos productos y de la tradicional elaboración de textiles como camisas, blusas y pañuelos, a la que se dedican las mujeres del lugar, gran parte de las familias tienen otras necesidades. “Algunas casas carecen de servicios básicos. De otro lado, hace falta que aquí se impulse algún proyecto para crear empleo y que se atiendan otras necesidades que tienen los niños, ancianos y discapacitados, por ejemplo, ayuda médica”, comentó Cayambe.