Latacunga-Ambato.-

Las emisiones de vapor de agua y de gases se mantienen continuas en el volcán Cotopaxi. Estos eventos y los efectos de los lahares que eventualmente se producen en la zona, no permiten olvidar a los pobladores de los sitios próximos que el coloso continúa ‘despierto’ desde el 15 de agosto de 2015.

La tarde del miércoles, autoridades del Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), a través de su cuenta en Twitter, informaron que la vía de acceso sur al Parque Nacional Cotopaxi (PNC) debió cerrarse debido a la presencia de un lahar secundario.

Los lahares son flujos de sedimento y agua que se movilizan desde las laderas de los volcanes. Estos fenómenos, según los expertos del Instituto Geofísico (IG), han destruido más propiedad pública o privada que cualquier otro proceso volcánico.

También han sido los causantes de la pérdidas de miles de vidas humanas. De ahí a que su monitoreo es constante, al igual que las alertas que se emiten en caso de su ocurrencia. En el caso del lahar de anteayer, se produjo debido a la presencia de lluvias y en esta ocasión no estuvo relacionado con el estado eruptivo del volcán.

Ayer, maquinaria del Ministerio de Transporte y Obras Públicas (MTOP) inició las labores de limpieza para habilitar nuevamente el paso. Así lo informó Darwin Espinosa, flamante director provincial en Cotopaxi.

El funcionario también explicó que el equipo se mantendrá disponible para futuros imprevistos, puesto que las constantes lluvias tapan las alcantarillas y causan el cierre de vías. “Hay que aclarar que estos inconvenientes se producen por horas, no por días ni semanas, solo hasta retirar los escombros”.

En la zona hay también dos sitios seguros libres de lahares: Ruta La Riconada y la Ruta de la Laguna de Limpiopungo. En esta última semana, en los días despejados, el coloso de 5.897 metros se puede observar en toda su majestuosidad. (I)

Los comuneros regresaron a sus fincas y viviendas

La calma del volcán Cotopaxi es aprovechada por las autoridades de las zonas vulnerables a los lahares, para capacitarse y gestionar el apoyo internacional. Según Luis Guillermo Lescano, vicepresidente del GAD Parroquial de Mulaló, en los últimos meses consiguieron capacitaciones psico-emocionales con expertos de la ONG ADRA, que es una agencia de ayuda humanitaria y de desarrollo. “Gracias a esos talleres, que se dictaron en poblaciones como San Agustín del Callo, San Isidro, San Ramón, San Francisco, etc., los habitantes poco a poco han retomado su vida habitual y volvieron a sus viviendas y propiedades agrícolas”.

El organismo también gestionó con la embajada del Japón la donación de $ 78 mil, para equipar los albergues en los que se refugiarían las personas que residen en las zonas de paso de los flujos de lodo.

La parroquia rural de Mulaló, en el cantón Latacunga, por su cercanía con el macizo, sería la más afectada en caso de erupción. De los 26 barrios que la conforman, 11 están en zonas de riesgo, según el mapa que elaboraron las autoridades locales y provinciales.

Los lahares solo tardarían 15 minutos en llegar a sitios como San Ramón, Caspi, San Agustín, Mancheno, San Antonio, Rumipamba de Espinosa, Ticantilin, Churopinto, San Francisco, Rumipamba de San Isidro y otros. “Por eso, no descansamos y con la Cruz Roja Internacional trabajamos en la elaboración de mapas de riesgo de cada sector y también en la instalación de nueva señalética”, añadió Lescano. (I)