Decenas de familias riobambeñas disfrutaron de un espectáculo de antaño: una carrera en coches de madera. El evento trajo recuerdos a muchas personas que aprovecharon el momento para compartir sus vivencias.

Aurio Cevallos, de 80 años, dijo que las calles de Riobamba eran solitarias y sin muchos autos por lo que los coches de madera eran una buena opción para divertirse y hasta para trasladarse de un lugar a otro entre amigos.

“Era una época preciosa. Nos reuníamos en el taller de algún amigo a construir los coches de madera y, entre risas y golpes por las herramientas, veíamos nuestra obra terminada y lista para salir a las calles”, mencionó Cevallos.

En esta ocasión los coches de madera, elaborados de forma artesanal, se colocaron en una de las cuestas más pronunciadas de Riobamba. La partida fue desde la Loma a Quito, ubicada en la calle Argentinos.

Los miembros del Comité Permanente de Fiestas y quienes organizaron el evento lo calificaron como el lugar apropiado para la carrera.

El objetivo era descender alrededor de 4 cuadras hasta el parque Barriga, donde les esperaban los jueces para evaluar al ganador.

En medio de aplausos los 6 competidores se alistaban para el reto. Los conductores, la mayoría adolescentes, se mostraban nerviosos debido al riesgo que implicaba manejar el coche sin ninguna protección en los costados y con el cuerpo expuesto a errores. Algunos usaban cascos. Hugo Trujillo dijo que su obra le costó 2 semanas de labor. (I)