María Chacón, de 50 años, acomoda el sombrero de mariachi a una de las imágenes del niño Jesús, que oferta en su negocio durante esta temporada en Latacunga. Su fe la impulsa a trabajar con esmero.

Las efigies, elaboradas en fibra de vidrio, son de varios tamaños, hay desde 5 centímetros a un costo de $ 1, hasta de 40 centímetros que se cotizan entre $ 75 y $ 80.

La comerciante también promociona ropa a la medida para las réplicas. “En esta época se vende bien, pues hay misas y eventos como los pases del Niño”.

100 informales pululan en las inmediaciones donde se instalaron las 2 ferias.La mujer ocupa uno de los 18 stands de la Asociación 24 de Mayo que realizan la feria de Navidad en un terreno situado en la calle del mismo nombre.

Roberto Chillagana, presidente de la organización, refiere que este evento permanecerá hasta los primeros días de enero. “Ofrecemos luces, gorros, árboles en diferentes tamaños, arreglos e imágenes para el pesebre. Además, caretas y disfraces para el Año Viejo”, explica el dirigente.  

Este año, María Verónica Cepeda, directora provincial del Ministerio del Ambiente, solicitó a los comerciantes que no vendan  musgo natural. Por ello, Chillagana y otros trajeron desde  Colombia productos como musgo artificial, césped y papel pesebre.

Las mismas opciones ofrecen los 25 comerciantes de la plaza Sucre, a 2 cuadras del centro. Este es el primer año que fueron ubicados en ese sector, pues antes estuvieron en la explanada La Cocha.

Para Yolanda Velasco, el lugar ha resultado “un poco estrecho, pero es más céntrico que el anterior, lo cual les ha permitido mejorar las ventas al menos 30% con respecto a 2012”.

Sin embargo, Gladys Herrera, una de las 19 comerciantes de caramelos y fundas navideñas que la Municipalidad instaló en ese sector, tiene otra visión. Afirma que las ventas están bajas y culpa de ello a los expendedores informales.