Las autoridades intentan prevenir los incendios
En Chimborazo, el tema de los incendios forestales preocupa a las autoridades ya que el año pasado, se registraron dos siniestros de gran magnitud en la provincia.
El primero ocurrió en el bosque protector El Corazón, ubicado en el cantón Pallatanga, parte de la zona subtropical de la jurisdicción. Este duró cerca de 30 días y se estima que las llamas consumieron alrededor de 200 hectáreas, poniendo en peligro a las especies del lugar como tigrillos, conejos y venados.
Otro de los cantones afectados en 2012 fue Colta, en donde se quemaron más de 1.000 hectáreas de pajonales en seis cerros y falleció el bombero Carlos Jaramillo mientras combatía el flagelo.
En ambos casos, las investigaciones apuntaron a que los incendios fueron causados por la quema de pajonales con el fin de preparar la tierra para el cultivo y que la fuerza del viento propagó las llamas.
La quema de pajonales y basura sigue siendo una constante en las zonas rurales. El más reciente incendio ocurrido, se presume que por esa causa, sucedió el 13 de junio pasado dentro de la Reserva de Producción de Fauna Chimborazo, en la parroquia San Juan (sector Tambohuasha). Ese evento destruyó unas 10 hectáreas de pajonales.
En septiembre de 2009, en esa misma comunidad las llamas quemaron unas 50 hectáreas de pajonales y de arbustos nativos durante un incendio que duró alrededor de 32 horas.
El reciente flagelo puso de manifiesto la necesidad de contar con un plan de contingencia para que la provincia afronte eventuales incendios forestales en este verano.
Para Manuel Morocho, jefe del Cuerpo de Bomberos de Riobamba, el último incidente en la Reserva, muestra que no se han tomado las medidas de prevención de incendios necesarias. “Desde las última vez que ocurrieron en Pallatanga y en Colta, se suponía que se debía haber planificado para que esto no vuelva a ocurrir; sin embargo, no se ha visto ningún trabajo de socialización en las comunidades”, señaló.
Y puntualizó sobre el tema: “Los vigilantes del sector debían comunicarnos inmediatamente del hecho y a partir de ahí presionar para que acudamos al lugar. No debieron esperar 24 horas para avisarnos”.
El reclamo lo hizo el comandante basado en información de que el incendio en el sector de Tambohuasha se habría iniciado el martes en la tarde, pero recién el jueves fueron alertados para que la institución de la casaca roja se dirija a la parroquia de San Juan.
Morocho enfatizó que como institución están listos en caso de cualquier eventualidad. “Nos hemos preparado para cualquier novedad que se presente y hemos socializado el tema con las personas entregando trípticos, publicidad que indique sobre la prevención de incendios y si ocurre un evento más fuerte, pediremos la ayuda del Ejército como siempre se ha hecho”, afirmó.
Por su parte, Magaly Oviedo, directora provincial del Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), señaló que la institución ha capacitado desde julio del año anterior a las comunidades sobre la prevención de incendios forestales y al ver que se acerca el verano se ha intensificado la campaña desde el mes de junio, poniendo más énfasis en las comunidades que se encuentran aledañas a las áreas protegidas.
Oviedo dijo que el Ministerio cuenta con un plan de contingencia a nivel provincial y nacional, “el cual se está reforzando para precautelar la vida silvestre. Incluso si es necesario llevar a las especies a los diferentes refugios, en los que se las mantendrán a buen recaudo. También contamos con equipo de primeros auxilios”, señaló.
Mientras que en la provincia de Cotopaxi, Miriam Zapata, directora de la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR), manifestó que en los próximos días se efectuará una reunión entre esa entidad, el Ministerio del Ambiente del Ecuador (MAE), Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), Gobernación, bomberos y la Policía Nacional para establecer un cronograma y planificar capacitaciones en prevención de incendios forestales dirigidas a las comunidades que están cerca de las zonas con más recurrencia de flagelos forestales, a fin de poder prevenirlos durante el verano que se inicia.