Edward Gaibor, director del Departamento de Tránsito, Transporte y Movilidad (DTTM), responde a los cuestionamientos de algunos sectores, por la implementación de fotorradares en la zona urbana de la capital tungurahuense.

El funcionario rechazó los argumentos negativos en torno a la colocación de 8 dispositivos en puntos considerados críticos, por el alto índice de accidentes.

Sostuvo que la idea es identificar a los conductores que superan los 50 kilómetros por hora en el área urbana.

“Oponerse al uso de estos aparatos es irse en contra de la Ley de Tránsito. Si el Estado transfiere esta competencia a los cabildos, estos deben implementar equipos y estrategias que ayuden a reducir el número de choques vehiculares, atropellamientos y demás infortunios viales.

Descontento por multas

El funcionario agregó que las sanciones por exceso de velocidad, (multa de $ 354, reducción de 10 puntos en la licencia de conducir y prisión de tres días), como indica el artículo 386 del Código Orgánico Integral Penal (COIP), no las fijó el Municipio, sino la Agencia Nacional de Tránsito (ANT).

“Las penas a la inobservancia de la Ley de Tránsito fueron aprobadas en la Asamblea. Quien afirma que los radares afectan al turismo de la urbe debe replantearse esa teoría”, agregó.

En esta última parte Gaibor hace referencia al comunicado que la Cámara de Comercio de Ambato hizo hace dos semanas, sobre una supuesta afectación al sector turístico por el uso de fotorradares.

Según la publicación, si bien se ha notado una reducción importante de accidentes, las sanciones económicas son excesivas.

Además, el documento manifiesta que existe escasa señalética en donde se advierta de la proximidad de estos dispositivos en las vías, lo que afectaría más a personas de otras provincias que visitan Ambato por negocios o placer.

Frente a esto, la empresa ‘Security Enforcement System’, encargada de la adjudicación y colocación de los radares, respondió a la Cámara de Comercio.

La compañía desmintió días atrás, mediante un documento, el supuesto perjuicio al arribo de visitantes que Tungurahua sufriría, debido a que el mismo mecanismo de control de velocidad se aplica en Guayaquil, Quito, Cuenca, entre otras urbes, y en estas el número de viajeros no ha mermado.

Jacobo San Miguel, concejal de Ambato, sugirió delimitar definitivamente el área periférica de la capital tungurahuense.

“Considero que 3 de los 8 puntos donde hay radares son rurales. Esto perjudica económicamente a conductores que allí han sido sancionados, pues la ley dice que se debe circular hasta 50 kilómetros por hora en zona urbana y si no está claro donde esta termina se debe replantear la legalidad de la multa y devolver los rubros cobrados”, dijo.

Ubicación de radares

Los fotorradares están operativos desde enero y se encuentran en los sectores: Uniandes, Socavón, avenida Los Guaytambos, Agencia Sur del SRI, Huachi Belén, Totoras y El Pisque, de los cuales los tres últimos son los que hace referencia el concejal Jacobo San Miguel. (I)