El mayor impacto, de acuerdo a los comerciantes, se sentirá en aproximadamente 2 meses
La sequía provoca más daños que la ceniza del volcán en los cultivos de la Sierra
Desde que la actividad del volcán Cotopaxi se incrementó, a mediados de agosto, el cultivo de legumbres y hortalizas provenientes de las zonas aledañas a esa provincia y a Pichincha es afectado por la ceniza.
Tras un recorrido en dos de los centros de expendio más importantes de Quito (Mercado Mayorista y San Roque), se pudo constatar que los precios han variado. Sin embargo, esto no obedece exclusivamente al proceso eruptivo actual.
Rodrigo de la Torre, presidente de la Cámara Agrícola Zona I, explica que el aumento de los valores de comercialización no es reciente y se debe a dos factores: el elevado costo de producción y la sequía en la Sierra ecuatoriana, por las altas temperaturas.
Advirtió que, si bien es evidente un impacto debido al coloso, las consecuencias económicas en los mercados podrían sentirse con mayor notoriedad dentro de dos meses, tiempo promedio de la próxima cosecha (dependiendo del producto).
Los agricultores se verán obligados a desechar lo que no sea apto para el consumo y, por ende, los niveles de producción disminuirán.
Aclaró que eso no significa que habrá escasez inmediata, pero al no tener las cosechas completas ello podría generar especulación.
La actividad en el Mercado Mayorista inicia desde muy temprano. Alrededor de las 03:00 decenas de camiones llegan desde diversas provincias trayendo consigo toda clase de mercadería. Zanahorias, habas, mellocos, papas, hierbas, entre otros, se cultivan en gran medida en los campos de Sierra Norte y Centro (Cotopaxi, Pichincha, Chimborazo, Tungurahua, Carchi, Imbabura).
Varios comerciantes consultados aseguran que por la caída de polvo volcánico los alimentos se venden a diferentes valores dependiendo del lugar de origen. Por ejemplo: mientras el precio de venta final del quintal de zanahoria cosechada en Cotopaxi cuesta $ 18 dólares, el mismo producto, procedente de Tungurahua, se vende en aproximadamente $ 15.
Consuelo Suntaxi se abastece de zanahoria y papa chaucha de Machachi (Pichincha). Por el producto paga actualmente $ 16 el quintal y lo vende al público en $ 18. Explica que de los 2 dólares adicionales $ 1 es para cubrir el gasto de transporte. Afirma que anteriormente adquiría el quintal a entre $ 8 y $ 12. Otra vendedora, Yolanda Chicaiza, expende papa chola de Machachi a $ 25. Aclara que, en este caso, el precio se ha mantenido pese a la ceniza volcánica.
Según el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Magap), a través del Sistema de Información Nacional de Agricultura, Ganadería, Acuacultura y Pesca (Sinagap), el 1 de septiembre el precio de la zanahoria amarilla era de $ 15,33 por saco en el Mercado Mayorista de Quito, lo que difiere con los valores mencionados por Suntaxi. En el mismo indicador se destaca que para el 15 de agosto el valor ascendía a $ 16,33.
El Sinagap no registra información sobre papa chola que permita comparar con lo dicho por la comerciante. Ante la situación, tanto Suntaxi como Chicaiza coinciden con De la Torre en que un eventual impacto se sentiría a futuro.
En el Mercado de San Roque, Byron Rivera también se dedica al comercio de víveres. Aunque se abastece de Ambato (Tungurahua), indica que desde hace aproximadamente 3 meses los precios tienden al alza, pero no por el Cotopaxi.
Al contrario, argumenta que la razón sería la baja producción.
Actualmente vende el quintal de zanahoria en $ 10 y el de cebolla paiteña (colorada) en $ 40. Antes este último valía $ 6.
Precisa que el incremento del tubérculo se debe a que se ha reducido la presencia del producto peruano en los centros de abastos, volviendo más cotizada a la cebolla local.
En Guayaquil, comerciantes consultados aseguran que los precios de papas y otras hortalizas son inestables. No así los de las frutas.
Lo atribuyen a la escasez o al mal tiempo en las zonas de cultivo.
En la Terminal de Transferencia de Víveres de Guayaquil, un quintal de papa chola se vendió por $28, pero allí el precio puede variar a diario. En el caso de la variedad conocida como chaucha (especial para el puré), una de las vendedoras dijo que su precio había pasado de alrededor de $ 30 a $ 40. No confirmó si el motivo fuera el volcán.
En cuanto a las frutas, una caja de moras de 3 kilos se vende por $5. Las bayas provienen de Ambato y de Guaranda, mas no de las zonas de influencia del macizo.
En el mercado de Sauces 7, Bertha, propietaria de un puesto desde hace 10 años, señaló que ciertos productos como el cilantro, los distintos tipos de vainitas, el brócoli y la coliflor sí han sido afectados por la caída de ceniza.
Los mayoristas venden un atado de cilantro por $ 1, sin embargo la cantidad despachada es de casi la mitad de lo que se entregaba antes, sostuvo. El paquete de vainitas, que los mayoristas vendían antes entre $3,50 y $ 4,00, ahora llega por $ 6. En el caso de la cebolla, la caja costaba $ 1,50, pero ahora se vende a $ 1,80. (I)
2.500 efectivos apoyan a los organismos que asisten a zonas declaradas en riesgo
César Navas, ministro coordinador de Seguridad, realizó el martes un recorrido por las zonas consideradas de alto riesgo, del cantón Rumiñahui, ante una eventual erupción del volcán Cotopaxi.
El secretario de Estado llegó a las localidades de El Vallecito, San Fernando y Selva Alegre, ubicadas en la provincia de Pichincha.
Durante el encuentro con los habitantes, Navas conoció las inquietudes de los ciudadanos. La principal molestia es que no saben a dónde acudir en caso de una emergencia.
Valeria Bosques, técnica en Gestión y Riesgo de la Fundación General Ecuatoriana (FGE) -organismo que ofrece programas para personas con capacidades especiales-, manifestó que en un principio la entidad fue declarada como refugio temporal, pero tras la declaratoria de Estado de excepción, fue catalogada como sitio seguro.
La preocupación de ella es que no se realizó ninguna valoración para que cumpla ese requerimiento.
Ante esta inquietud, Navas indicó que el personal de Fuerzas Armadas (FF.AA.) cumplirá un rol importante para apoyar a las personas con condiciones especiales.
De acuerdo a cifras del Ministerio Coordinador de Seguridad, 2.500 efectivos se encuentran apoyando a instituciones como la Secretaría de Gestión de Riesgos (SGR) y al Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), con la organización y provisión de los albergues.
Carlos Caiza, albañil y habitante de El Vallecito desde hace 30 años, añadió que siente temor de que se produzca una erupción y que no lleguen a tiempo a los refugios. “Quiero tener tiempo de ver a dónde correr con mi familia y si se puede, proteger a mis animales”, manifestó el campesino.
El ministro Navas indicó que el Instituto Geofísico (IG) monitorea el nevado de forma permanente. Explicó que en caso de alguna novedad, la entidad tiene un sistema de alertas que permite difundir la emergencia para alertar a la ciudadanía.
Por el momento, 200 técnicos de varios organismos monitorean al volcán con apoyo de tecnología de punta, a cargo de los Institutos de la Defensa y el Instituto Geográfico Militar (IGM).
Este control se realiza junto a otras instituciones como es el Centro de Investigación y Desarrollo de la Fuerza Aérea Ecuatoriana, que emplea sus prototipos de aviones no tripulados tipo ‘Gavilán’, el FAE 1381 y FAE-1501, para el monitoreo de las laderas del volcán.
Los equipos transmiten datos y videos en tiempo real, herramientas que permiten conocer la actividad del coloso y emitir alertas tempranas.
Mientras tanto, el Instituto Espacial Ecuatoriano (IEE), a su vez, en su ámbito de Observación de la Tierra, realiza levantamientos de geoinformación mediante el uso de sensores remotos, que sirven para definir escenarios de operaciones tanto civiles como militares. En tal sentido permite la generación de reportes diarios sobre la situación. (I)
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