En la región la mayoría de habitantes es femenina
La influencia de la mujer desde la visión de 3 profesionales
Ya sea como reporteras, vendedoras de caramelos o voluntarias en organizaciones internacionales, las féminas demuestran que el sacrificio y la responsabilidad son más llevaderos cuando de por medio hay amor hacia sus hijos y los demás.
Tiene un vástago de 13 años
MARCELITA VA A CLASES EN SU SILLA DE RUEDAS
A Marcela Rosero le diagnosticaron fractura de cadera cuando tenía 1 año , pese a esto demostró ser una persona triunfadora. Sus amigos y conocidos la catalogan como la alegría del hall municipal.
En su silla de ruedas, Marcelita, como le dicen de cariño, de 37 años, llega a diario al Cabildo riobambeño ubicado en la calle Primera Constituyente y 5 de Junio. En este sitio coloca su puesto de caramelos. Con una sonrisa ofrece a sus clientes dulces para degustarlos en el trabajo o en las filas que se forman para pagar impuestos prediales y de agua potable.
Ella es la primera de 3 hermanos y tiene un hijo de 13, que la acompaña todas las tardes después de salir del colegio Juan de Velasco. Aunque su familia reside en Riobamba, Marcela prefiere vivir en un pequeño departamento que queda a 8 cuadras del Municipio, el cual puede pagar con los 50 dólares que obtiene del Bono de Desarrollo Humano (BDH).
Cristian Vimos, quien a diario transita por esas oficinas, dice que siempre lleva caramelos en sus bolsillos. “Es tan linda cuando ofrece sus productos que todos los días compro aunque no los coma, valoro que llegue a trabajar pese a su situación de discapacidad”.
Es que Marcela no se conforma con sacar a su hijo adelante en la educación, ella misma continúa con sus estudios. Los sábados acude al colegio José María Vélez donde cursa su primer año de bachillerato.
No pudo estudiar medicina
LORENA ES PERIODISTA APASIONADA DE LA TV
El lunar negro que tiene junto a la boca se ‘balancea’ cuando habla, especialmente de algo que la emociona: su pequeño hijo de 3 meses. Es la primera vez que Lorena Guamaní es madre y debe alternar con su agotadora labor de periodista.
Tiene 25 años y estudió comunicación en la Universidad Técnica de Cotopaxi (UTC). La difícil situación económica en su hogar de 6 hermanos, le impidieron estudiar medicina. Pero contó con el apoyo irrestricto y el cariño de sus padres.
Antes de concluir la carrera ingresó a un canal de televisión de Latacunga, para realizar prácticas profesionales. Al poco tiempo notó que vincularse de modo directo con la comunicación, conocer personas y situaciones que solo el periodismo permite, le dio la capacidad de descubrir en la profesión un atractivo que ahora se convirtió en pasión.
Los 9 meses de gestación debió trabajar y sus colegas vieron el proceso de cerca. “La admiro porque trabajar estando embarazada debe ser difícil”, dijo Paulina Balseca, su colega. Y no se equivoca, pues Lorena reconoce que mientras su retoño estuvo en el vientre, física y emocionalmente se sentía agotada. Sin embargo ahora “es cuestión de organizar el tiempo, ser madre no es una barrera, cuando a uno le gusta”, asegura.
Su día empieza a las 05:30 con los quehaceres domésticos. A las 06:30 se ocupa de su pequeño, lo alimenta, lo asea. Finalizada esta labor se arregla y sale a las 07:00 de la parroquia Mulalillo (Salcedo) y a las 08:00 llega puntual al trabajo.
Mariana Buenaventura
“En labor social se da más ternura a la gente”
Mariana Buenaventura, una ingeniera civil de profesión que a pesar de haber ocupado una diversidad de cargos públicos, siempre encuentra tiempo para ejercer el voluntariado en la organización internacional Kiwanis.
Esta organización es una suerte de fraternidad humanista que empezó con un club en Canadá en 1916 y ahora está en 96 países con más de 600 mil socios.
En Ecuador, se establecieron 26 clubes y Buenaventura es la gobernadora nacional, una palabra impresionante, en apariencia, pero que conlleva el ejercicio de una mayor responsabilidad y una enorme dosis de servicio.
Un trabajo que Buenaventura alterna entre su responsabilidad como Directora de Obras Públicas del Municipio de Ambato y la gestión continua de campañas médicas para ayudar a niños, niñas, adolescentes y adultos de las zonas más marginadas y empobrecidas de Tungurahua, la región y de otras provincias del país.
“El Día Internacional de la Mujer para mí representa una fecha, que además de ser hermosa y sublime, implica un mayor comprometimiento, pues somos las mujeres en la labor social las que inyectamos más ternura, corazón y responsabilidad por el hecho de que experimentamos la maternidad”, aseguró Buenaventura, que se vinculó en sus prácticas universitarias en Manabí con la labor social. Los niños para ella son el motor de cambio y vida para el planeta.