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El Telégrafo
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Fue construida en una superficie aproximada de 6.500 metros cuadrados

La fábrica textil San Gabriel en Cotopaxi fue destruida por lahares

El inmueble fue una estructura de cal y canto rodado en la que se ubicó la parte de la antigua fábrica textil San Gabriel, específicamente la casa de máquinas. Foto: Silvia Osorio / El Telégrafo
El inmueble fue una estructura de cal y canto rodado en la que se ubicó la parte de la antigua fábrica textil San Gabriel, específicamente la casa de máquinas. Foto: Silvia Osorio / El Telégrafo
21 de junio de 2015 - 00:00 - Redacción Regional Centro

La fecha de su construcción se pierde en la historia, pero lo que queda claro es que la antigua fábrica de textiles San Gabriel, ubicada a orillas del río Cutuchi en Latacunga, fue sepultada por los lahares de la última erupción del volcán Cotopaxi en 1877.

Su cúpula es ahora la única parte visible de lo que un día fue una imponente construcción de la época dorada de la revolución industrial en el Ecuador.

Los lahares o flujos de sedimentos y agua que la cubrieron se movilizaron por las laderas del volcán empujados por el deshielo.

Durante las últimas erupciones este fenómeno ha sido el principal y más grave problema derivado de las reactivaciones del coloso.

Muy cerca del puente

San Gabriel se encuentra a pocos metros del puente Benjamín Terán en la entrada norte de la cabecera cantonal. Fue construida en una superficie aproximada de 6.500 metros cuadrados.

Hasta hace unas semanas pasaba desapercibida por los conductores y transeúntes en general, pero a partir de la actividad anómala detectada por el Instituto Geofísico de la Politécnica Nacional en el macizo, la historia que guarda el testigo material de la erupción es motivo de charla entre los cotopaxenses.

La fábrica contaba con sistemas hidráulicos de energía parecidos a los que utilizaban otras estructuras similares construidas a mediados del siglo XIX.

La energía la proporcionaban los ríos Pumapunchi y Cutuchi la misma que durante el siglo XVII llegó a tener más de 15 obrajes.

Además se ha podido localizar la casa de máquinas, la sala de telares, las bodegas y los talleres de carpintería, cerrajería, y mecánica.

Allí, las hábiles manos de los indígenas producían lienzos, telas, bayetas, paños, frazadas y calcetines que se llevaban a Quito, Guayaquil, Cuenca y Ambato.

Para la construcción de este espacio industrial, uno de los primeros en el país y en la zona andina se ocuparon los mismos materiales que se utilizan en la actualidad con la excepción del cemento, además de materiales tradicionales.

El canal de conducción del agua, por ejemplo, fue construido con piedra labrada, las paredes fueron elaboradas en base de ladrillo con argamasa de cal, arena y el piso también era de ladrillo. Se utilizó canto rodado (piedra de río), piedra pómez y cubiertas de madera y teja.

La fábrica estuvo compuesta por un canal de conducción de agua para el sistema de generación hidráulica y una planta baja cubierta por un techo de teja.

En el interior de la sala textil había 2 espacios destinados a la producción de bienes de consumo masivo: en el primero se elaboraban bayetas, paños, frazadas, calcetines, lienzos y otros productos.

En el segundo espacio se realizaban trabajos especializados como la carda, hilado, tejido, teñido, planchado y prensado.

El obraje se empezó a dejar de lado para enfocarse en la industria textil, pero los industriales cometieron un error al no recordar el peligro que representaba construir cerca del mayor afluente de un volcán activo: El Cutuchi.

Hoy en día

En la actualidad, 138 años después de la última erupción, San Gabriel se ha convertido en una suerte de refugio para personas sin oficio ni hogar, que se camuflan en sus paredes abrigadas por el sol del día y afectadas por el intenso frío de las noches y las madrugadas.

El terreno donde yacen los restos de la fábrica está cercado por una malla metálica que lo separa de la Panamericana Norte.

Tiene una sola puerta, pero los “inquilinos” del lugar se las arreglaron para abrir sus propias entradas clandestinas.

La investigación que realizó el arqueólogo Rodrigo Erazo en 1986 en San Gabriel junto a un equipo de técnicos del Museo del Banco Central, permitieron averiguar la importancia histórica que posee esta infraestructura.

Gracias a esto, el Ministerio de Educación y Cultura (MEC) declaró a la antigua factoría como un bien perteneciente al Patrimonio Cultural del Estado.

Así consta en el Registro Oficial # 477 del 6 julio de 1994, pero no se ha realizado ningún proceso para recuperar este inmueble. De acuerdo con los expertos, el Cutuchi es el principal desfogue en caso de una erupción.

Los lahares que descenderían del volcán arrasarían con todo a su paso, incluyendo los puentes de Latacunga Benjamín Terán, Cinco de Junio, Márquez de Maenza y Panzaleo (Salcedo), entre otros.

Además a orillas del afluente también se encuentran el Hospital General de Latacunga, que actualmente está en proceso de repotenciación y el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS) que constituyen las casas de salud más importantes de la cabecera cantonal.

Los datos históricos establecen que la ola de lahares alcanzaría al menos 13 metros de altura, y llegaría en tan solo 30 minutos a Latacunga. Luego seguirían hacia los cantones Patate y Baños de Agua Santa, en Tungurahua.

Al momento las 8 mesas técnicas que conforman instituciones públicas y privadas trabajan en los planes de contingencia para hacer frente una posible erupción del volcán Cotopaxi. Los sitios de mayor peligro son la parroquia Mulaló y San Ramón. (I)

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