El clima se mantiene lluvioso en la Sierra centro. En Tungurahua y Chimborazo hay preocupación por el frío y por la posibilidad de que vuelvan a ocurrir otros derrumbes.

En esta última provincia, a 48 horas del deslave que se produjo en la comunidad San José de Juntus, las secuelas del evento natural todavía eran visibles ayer en Guano.

Esto a pesar de que los habitantes, con la ayuda de 50 miembros del Grupo de Operaciones Especiales (GOE), maquinaria del Gobierno Provincial y de la Municipalidad de Guano, limpiaron el lodo, la tierra y el agua que a su paso dejaron desolación y miedo en las 56 familias que habitan en ese sector.

Las lluvias que se produjeron en la tarde y noche del martes dejaron a 4 grupos familiares sin sus bienes materiales y sin el medio de vivir, ya que algunos de los damnificados criaban especies menores como cuyes, conejos y gallinas.

De hecho, 100 de estos animales fueron sepultados bajo el lodo.

Y aunque el resto de la población no reportó daños mayores, no puede transitar con tranquilidad por ese lugar.

Según los moradores, la tierra quedó removida y existen precipicios en ambos lados de la vía.

“Esto podría ocasionar desgracias peores de las que hemos enfrentado. Estamos asustados y las lluvias van a continuar”, indicó María Lema, habitante.

Con las manos llenas de lodo, Mariana Estrella recogió lo poco que el aguacero le dejó. Es que la creciente bajó con tanta fuerza que ingresó hasta la sala, comedor y la habitación de sus hijas destruyendo su computadora, muebles, la cama e incluso el colchón, que horas más tarde pudo encontrar a 50 metros del lugar donde estaba.

“Solo me queda rescatar algo de lo que teníamos. Por el momento estamos durmiendo en casa de mis suegros ya que no tenemos camas”, indicó Estrella.

A poca distancia de esta vivienda se encuentra la casa de Vilma Lema, quien no tiene puerta al ingreso de su propiedad.

Ella explicó que mientras el lodo bajaba se llevó alrededor de 50 ladrillos de una construcción.

Esto fue el daño más importante que le dejó el temporal.

“El golpe fue con tanta fuerza, que arrancó la puerta de metal del marco. Fue entonces cuando ingresó el material a mi casa y dañó la cocina, la televisión, los muebles y la ropa. No tenemos dónde dormir porque los colchones están totalmente mojados”, señaló.

En horas de la mañana de ayer, los comuneros realizaron una minga para limpiar la vía y el alcantarillado sanitario. Según sus explicaciones, en ocasiones anteriores ya han solicitado la ayuda del Municipio de Guano para construir muros de contención y evitar que ocurran este tipo de incidentes durante la temporada de lluvias.

“Sin embargo, no hemos tenido ninguna respuesta por parte del Cabildo. Incluso, pedimos que nos ayuden con el material y nosotros ponemos la mano de obra, pero no se ha hecho nada”, indicó Carlos.

Por su parte Édgar Alarcón, alcalde de Guano, señaló que la Municipalidad es un puente para pedir ayuda a otras entidades. “Tenemos que realizar un informe de la afectación y así solicitar ayuda al Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES) y a la Secretaría Nacional de Gestión de Riesgos (SNGR)”.

Debido a que la época invernal continúa, los habitantes de Juntus solicitaron a las autoridades más apoyo para edificar un muro o desviar el cauce. “Hoy no hubo pérdidas humanas, pero tememos que ocurran lluvias más fuertes”, dijo Cruz.

En Tungurahua, el descenso de la temperatura, que varía de 20 a 10 grados en horas, mantiene en vilo a los padres de familia. “Nos preocupa la salud de los escolares. Los enviamos con ropa abrigada y hace sol”, dijo Elizabeth Cruz.