Alrededor de 5.000 indígenas y campesinos de los 7 cantones de Cotopaxi y representantes de las provincias vecinas, Tungurahua y Bolívar, se movilizaron ayer por las calles céntricas de Latacunga.

Lo hicieron para exigir una revisión del costo de las tarifas de energía eléctrica, el bajo precio de la leche, el refinanciamiento de las deudas agrícolas, el libre tránsito de las camionetas por las zonas rurales, la redistribución del agua de riego y por una investigación a fondo del denominado caso del bombardeo de nubes, supuestamente en manos de los productores de brócoli.

Según los dirigentes, esta es la primera de varias movilizaciones que se planifican si en 15 días las autoridades locales y nacionales no dan una respuesta práctica a cada una de sus solicitudes. Incluso amenazaron con someter a la ‘justicia indígena’ a los representantes de las municipalidades, de Agrocalidad y de los ministerios del Ambiente y Educación y Cultura.

La marcha, convocada para las 09:00 desde el barrio La Estación, empezó con una hora de retraso. Los participantes llegaron de barrios y comunidades rurales a bordo de camionetas y en buses de transporte público. “Vengo de Mulalillo, del cantón Salcedo, porque me preocupa la escasez de agua para nuestros sembrados. Hay sequía y no llueve porque los brocoleros bombardean las nubes. Nosotros hemos visto las avionetas”, aseguró Mélida Casco, mientras aguardaba a un costado de las rieles del tren al resto de sus vecinos a las 08:00.

A las 10:10, Leonidas Iza, presidente del Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC), arribó con más dirigentes. Concedió una rueda de prensa y con un megáfono solicitó empezar la caminata por las estrechas y congestionadas calles en dirección a la Gobernación, la Empresa Eléctrica y, finalmente, a la plazoleta San Agustín, en las calles Hermanas Páez y Belisario Quevedo.

“No permitiremos que se sancione a más transportistas. Haremos prevalecer nuestra justicia ancestral”, aseguró Iza. (I)