Quienes laboran en talleres están expuestos a ruidos y sustancias peligrosas
Imprentas deben priorizar las medidas de seguridad
Los propietarios, trabajadores y representantes legales de imprentas, agencias de publicidad y fábricas de letreros de neón, en Ambato, recibieron capacitación y asesoría técnica sobre las medidas de seguridad con las que deben laborar.
El objetivo es evitar accidentes laborales y eventuales afectaciones al medio ambiente.
El curso formativo estuvo a cargo de la Dirección de Gestión Ambiental del Municipio y se realizó en el auditorio de la Cámara de Comercio, con la asistencia de 40 personas.
Diana Tite, encargada del área de Educación Ambiental de esta dependencia, señaló que esta iniciativa empezó el año pasado y abarca todas las áreas productivas de la ciudad.
“Esta charla forma parte de un programa de capacitaciones continuas que la Dirección Municipal viene realizando con diferentes gremios desde 2013”.
Entre ellos están —dijo— vulcanizadoras, aserraderos y fábricas textiles. Al interior de estos establecimientos, añadió, se emplean componentes peligrosos y existen riesgos para la salud del trabajador. “Deben sacar un permiso de funcionamiento ambiental y previo a esto, estar bien capacitados”.
La funcionaria señaló que en Ambato existen 24 actividades que involucran contacto indirecto con el medio ambiente, entre ellas restaurantes, asaderos, panaderías, lavadoras de carros, mecánicas, imprentas, talleres de confección y curtidurías, entre otras. Mario López, experto en seguridad y desempeño industrial, dictó el curso en 90 minutos, tiempo en el que informó a los presentes sobre el uso de las medidas a seguir. “Debido a las intensas jornadas de trabajo y los horarios apretados, en algunas empresas e industrias los obreros no usan correctamente los implementos que evitan accidentes graves, por ejemplo, guantes, gafas, cascos y sobre todo ropa adecuada y cómoda, que permita un mejor desempeño en los talleres, oficinas y fábricas”, destacó.
Asimismo, el técnico puso énfasis en el uso de guantes y mascarillas, ya que en el caso de las imprentas, las tintas y fluidos que facilitan un estampado de alta definición en vallas y gigantografías contienen químicos fuertes y metales pesados, como el carbón, dióxido de titanio, cromo, solventes y pigmentos. Estos, al contacto directo con la piel podrían causar erupciones, sarpullido o lesiones graves; y en caso de inhalación sin protección, provocan mareos, náuseas, desmayos y hasta pérdida de conciencia.
Los ruidos fuertes y prolongados que producen las máquinas fue otro tema que se trató durante la capacitación.
“Pese a que en locales de impresión no se producen niveles de contaminación auditiva alta, se debe tomar en cuenta que estar expuesto constantemente a un ruido, por más bajo que sea, puede causar daños irreversibles. Para evitar esto, se debe usar un implemento que a más de ser barato y fácil de usar, es pequeño y no tiene efectos secundarios: los tapones auditivos”, añadió el experto en seguridad laboral.
Normalmente, en estos locales y talleres de publicidad, el nivel de ruido que se produce suele variar entre 50 y 60 decibeles, mientras que los niveles máximos permitidos en el país, después de 8 horas de trabajo, son de 85 decibeles.
“Es positivo que el mismo organismo que emite el permiso de funcionamiento nos informe sobre qué debemos hacer y qué no, para trabajar en armonía con el ambiente, y cuidar la salud”, afirmó Marco Ramos, dueño de una imprenta.