Saber utilizarlos podría evitar un desastre
Extintores, más que un adorno en la pared
“¿Cómo se utiliza un extintor?”, es la pregunta que no todos saben responder ahora que se han vuelto muy comunes los incendios forestales y las explosiones de tanques de gas doméstico en el Ecuador.
Los bomberos cuentan con personal de capacitación al que se puede acudir en busca de información tan solo con solicitar la cita al ECU911. Según los expertos, es necesario que la gente se familiarice con el funcionamiento del extintor.
Este aparato es portátil y debería ser parte del mobiliario en los hogares, oficinas, tiendas, restaurantes y negocios para apagar incendios de pequeña magnitud.
Consiste en una suerte de botella grande, de color rojo intenso, en cuyo interior hay una sustancia líquida, espumosa o en forma de polvo (agua pulverizada, hidrocarburos, dióxido de carbono). Para apagar el fuego se debe arrojar un chorro de este compuesto sobre las llamas.
Reglas de ubicación
Los extintores deben ser ubicados en sitios de fácil acceso y clara identificación. Deben estar libres de cualquier obstáculo y estarán en condiciones de funcionamiento óptimo. Se colocarán a una altura máxima de 1,30 metros, medidos desde el suelo hasta la base del recipiente.
Todas las personas que trabajan en un sitio específico deberán ser instruidas en la manera correcta de uso de este artefacto.
Los extintores que estén colocados en la intemperie deberán ponerse en un nicho o gabinete que permita el retiro rápido.
El extintor cuenta con un manómetro (indica la buena presión), una manguera, un recipiente, una base, una palanca de activación, una manija de transporte, un presurizante, un agente extintor y un tubo sifón. Para usarlo se debe sostener verticalmente y tirar el pasador del anillo (retirar el seguro). Luego apretar la palanca y dirigir el chorro a la base del fuego.
Correcto uso del tanque de gas
El gas licuado de petróleo es uno de los combustibles más comunes en el uso doméstico. Si se lo maneja adecuadamente es muy seguro.
Este tipo de gas es más pesado que el aire, por eso se le agregan odorantes para poder detectarlo fácilmente en caso de fuga.
Pues al escapar accidentalmente del tanque, tubería o aparato, tiende a acumularse en las zonas bajas de su entorno y forma una mezcla peligrosa con el aire, la que puede prenderse con gran facilidad al tener contacto con una fuente de calor generada por chispas de electricidad al activar los apagadores de luz; flamas directas (estufas, sopletes, cerillos, etc.).
También por las chispas de electricidad por la estática que produce la ropa sintética; aparatos eléctricos como lámparas, luces, radio, televisión, teléfono y otros; motores eléctricos en funcionamiento.
Además, por chispas de carros, calentadores o cigarros; y cortocircuitos y chispas eléctricas. Se debe colocar el tanque en una base de cemento a 3 metros de la estufa, revisarlo periódicamente, ventilar el lugar y alejarlo de los niños.