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La alerta amarilla se mantiene a pesar de que la actividad del coloso es moderada
En 60 días del estado de excepción por el Cotopaxi se efectuaron 240 simulacros
A pocas horas de haber finalizado la vigencia del estado de excepción (decretado desde mediados de agosto), en las áreas de riesgo de la provincia se cumplieron 240 simulacros de evacuación.
Estos ejercicios planificados por el Ministerio Coordinador de Seguridad, la Secretaría de Gestión de Riesgos y otros organismos de socorro, con el apoyo de la Policía y el Ejército, así como de entes seccionales, permitieron a las autoridades medir tiempos de respuesta y de reacción, en caso de una eventual emergencia.
La medida dispuesta por el presidente, Rafael Correa, vino acompañada de otras disposiciones, entre ellas el veto a noticias no oficiales que emitan tanto los medios de información privados, como los públicos. Ello ante la ola de rumores y versiones carentes de fundamentos técnicos y científicos, en el sentido de que se avecinaba un desastre.
Así, a una emisora de Latacunga se le llamó la atención por difundir información que provocó nerviosismo entre los habitantes.
Además, por una razón similar, a un programa de televisión se le prohibió la difusión de audios y videos. Esto no fue posible hacer con algunos blogueros y políticos de la oposición, quienes desde sus cuentas de redes sociales alarmaron a cotopaxenses y ciudadanos de otras provincias.
En estos 60 días, la SGR se concentró en la prevención y preparación de la población. Logró desarrollar 600 eventos de capacitación en todas las zonas de amenaza de lahares. Asimismo más de 50 mil ciudadanos fueron capacitados de cómo deben actuar a través de ferias, talleres y conversatorios.
Un total de 499 brigadistas recibieron enseñanzas de personal especializado en desastres. Estas personas son las responsables de actuar de inmediato si ocurre una erupción violenta del coloso.
Se realizaron 240 simulacros y más de 70 mil personas participaron en esos ejercicios. Uno de los ensayos más grandes se dio el jueves 7 en el cual participaron 49 planteles educativos de Latacunga y Salcedo. Allí se movilizó hasta zonas seguras a 32.331 estudiantes de manera simultánea.
Asimismo, los entes de socorro entregaron 85 mil mascarillas y 6.003 kits volcánicos.
Un total de 178 albergues están calificados por el Ministerio de Inclusión Económica y Social (MIES), para recibir a evacuados. Los refugios tienen su infraestructura lista para ser utilizada.
Más de 26 mil mapas se entregaron gratuitamente a los ciudadanos, con información detallada sobre zonas seguras, rutas de evacuación, puntos de encuentro y albergues. Esto se logró con la colaboración de 100 efectivos de las Fuerzas Especiales No 9 ‘Patria’.
Durante el estado de excepción se integraron las ocho mesas técnicas parroquiales, cantonales y provinciales. Se llevaron a cabo 10 reuniones del Comité de Operaciones de Emergencia (COE) provincial, en los que se detallaron más de 90 resoluciones orientadas a reforzar las capacitaciones, así como delinear estrategias para ayudar a las personas que están en zonas de riesgo.
Las tres televisoras, dos periódicos locales y las siete emisoras radiales se acogieron a la información oficial difundida por el Ministerio Coordinador de Seguridad.
Hasta la tarde de ayer 121 boletines emitió ese organismo estatal.
El gobernador, Fernando Suárez, llamó a los medios de comunicación a que continúen manejando la información con responsabilidad, acogiéndose al ente oficial que continúa siendo el Ministerio.
Reiteró su compromiso a mantener al tanto a la colectividad de todos los procesos de preparación y prevención que se realizan en torno al tema. En base al reporte diario del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional, en las últimas 12 horas el volcán mantuvo su actividad interna y superficial moderada.
En la noche y madrugada de ayer permaneció nublado. A través de las cámaras térmicas, al amanecer se pudo observar emisiones de gas y vapor a nivel del cráter con dirección al occidente. (I)
Cámara de largo alcance vigila al Tungurahua
El Sistema Integrado de Seguridad ECU-911 de Riobamba implementó en su monitoreo diario de vigilancia, una cámara de largo alcance, la cual tiene como objetivo obtener información directa de la actividad que genera el volcán Tungurahua y la alerta de incendios forestales.
Con una inversión de alrededor de $ 38 mil, este equipo se ubica en la parte alta del edificio principal de la central de emergencias en la capital chimboracense. Las características del dispositivo permiten una visibilidad nítida de hasta 1.7 kilómetros de distancia y de puntos referenciales o elevación de 4.5 kilómetros.
“Tiene la capacidad de girar 360 grados, lo que nos ayudaría para recorrer de forma visible diferentes sectores rurales y lejanos de la provincia y coordinar la seguridad para estos sectores”, manifestó Édgar Estrada, director del ECU-911 de la ciudad.
Al momento se realizaron las pruebas para observar el volcán Tungurahua, el cual tuvo una reactivación considerada ‘extraña’ para sus vigías, el pasado domingo.
“Cada vez tiene un comportamiento raro. Esta vez no avisó con nada, simplemente empezó a expulsar piedras incandescentes. En la mañana del lunes, se sintieron movimientos en la tierra, por los bramidos”, manifestó Pablo Sánchez, vigía del Tungurahua en Penipe.
La cámara también permitirá observar si se producen incendios forestales en la provincia. (I)
Macizos están bajo la lupa de sesenta vigías
La formación de los denominados ‘vigías del volcán’ es una alternativa al monitoreo que en Tungurahua y Chimborazo, tras la reactivación del coloso en 1999, ha dado buenos resultados. En ambas provincias hay más de 60 que fueron capacitados y dotados con equipos de comunicación. Reportan a diario sobre el estado del coloso a los técnicos del Observatorio del Volcán Tungurahua (OVT).
En febrero de este año, estas personas voluntarias, que en su mayoría son comuneros agricultores, recibieron nueva indumentaria y equipos para resaltar su dedicada labor como botas, cargadores handys y chompas de color naranja. Ellos son los ‘ojos’ de los científicos.
El OVT es un espacio permanente y de monitoreo del coloso que el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional mantiene por más de 15 años en una zona segura y cercana a la montaña. Esto fue posible gracias al préstamo de una casa de campo en una hacienda en la población de Guadalupe (Tungurahua) que pertenece a la familia Chávez. Toda esta información es procesada y evaluada por los científicos de turno en el OVT y del IGEPN (Quito).
A la par, en Cotopaxi, se trabaja en la implementación de esta red de vigías. Hace dos semanas ya se entregaron 28 equipos handy. “Por ahora no tienen el calificativo ni condición de vigías, hace falta una preparación y profundización de conocimientos”, dijo Pablo Morillo, coordinador Zonal 3 de la SGR. (I)