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El Telégrafo
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En unos 120 locales y negocios se ofertan cientos de prendas de vestir con costos diversos

El Tambo revive la tradición de los jeans de calidad y la gastronomía

Los productores textiles pelileños han invertido en mejorar sus almacenes y las vitrinas de las prendas de vestir a lo largo de la avenida Confraternidad. Foto: José Miguel Castillo/ El Telégrafo
Los productores textiles pelileños han invertido en mejorar sus almacenes y las vitrinas de las prendas de vestir a lo largo de la avenida Confraternidad. Foto: José Miguel Castillo/ El Telégrafo
05 de abril de 2015 - 00:00 - Redacción Regional Centro

Una renovada corriente productiva y comercial se siente en el barrio El Tambo, uno de los sectores más dinámicos del cantón Pelileo, en la provincia de Tungurahua.

Unos 130 almacenes, que cuentan con moderna arquitectura para exhibir ropa, funcionan a ambos costados de la avenida Confraternidad, situada al ingreso norte de la denominada ‘Ciudad Azul’.  

Se estima que el 30% de más de 56 mil pelileños se dedica a la confección de ropa, no solo de los blue jeans, sino de camisas, chompas, faldas, sacos, camisetas, ponchos y más.

Esta condición de fabricantes les permite ofrecer precios bajos que llaman la atención de los compradores. En rótulos escritos con resaltadores se ofrecen pantalones en $ 8, $ 10, $ 12 y $ 15. “La diversidad de colores y diseños es otro factor que nos gusta. Las prendas de vestir son buenas y con unos $ 100 se logra renovar una parte del guardarropa de la familia”, explica Rodrigo Andrade, visitante guayaquileño.

El arribo de turistas quiteños, guayaquileños, ambateños, riobambeños y de otras ciudades no es una novedad en Pelileo y se acentuó en los últimos 5 años. De hecho, los productores los esperan casi con certeza los fines de semana y durante los feriados de Carnaval, Semana Santa, Navidad y las vacaciones de la Sierra y la Costa.

Sebastián Carrasco, empresario local, considera que este año habrá un valor agregado que beneficiará a los textiles pelileños, a causa de las salvaguardas puestas en vigencia por el Gobierno nacional. “Nos benefician, pues el reto ahora es producir más y con mejor calidad. En mi caso manufacturamos 4 mil prendas mensuales, cuya venta es nacional. Tenemos distribuidores en Guayas, Pichincha, Cotopaxi, Chimborazo y Esmeraldas”, explica.

En la actualidad, en El Tambo, están asociados 120 fabricantes. De esta forma pueden acordar ofertas, servicios, gastronomía, tendencias y costos de las prendas de vestir.

En el Tambo hay 8 parqueaderos con capacidad para 300 vehículos; además, locales de comidas típicas como hornado, cuy y conejo asados, caldos de gallina, etc.

Las raíces de los jeans

Los blue jeans clásicos no pasan de moda en El Tambo. Eso lo saben los productores textiles y por eso quieren impulsar ‘las raíces de los jeans’. Es decir, impulsar la oferta de los pantalones azules marinos con las costuras vistas en amarillo.

“Empezamos la adecuación de un bulevar de los jeans a lo largo de la avenida Confraternidad. Tenemos 15 meses para crecer en tecnología, calidad y diseño. Pero también requerimos promoción y capacitación de los ministerios correspondientes para aprovechar las salvaguardas”, aseguró César Villena, presidente de la Asociación de Comerciantes Textiles de El Tambo.

Con este criterio está de acuerdo también la empresaria Silvia Llamuca. Su actividad productiva lleva 15 años en este sitio y muestra la marca Caritex en el edificio Sky blue. “Estamos a la vanguardia de la moda y esto quiere decir que producimos para todo tipo de gustos en mercados medios y altos. Por ahora ofrecemos prendas con colores fuertes para el verano y driles con colores llamativos. Las salvaguardias son una ventaja que nos ayudará a apreciar lo nuestro. Es un reto sin duda. Nuestros precios se adaptan a todo tipo de economías”, aseguró.

Caritex fabrica 5 mil prendas por mes que se ofertan en el país.

Más atractivos turísticos

Valle Hermoso, los cerros Teligote y Nitón, el complejo recreacional La Moya, las ferias artesanales de Salasaca, los muebles de Huambaló, la producción avícola de Cotaló son parte de los atractivos turísticos del cantón Pelileo.

El cerro Nitón está ubicado a 3 km de la ciudad de Pelileo. En ese sitio,  grupos de expertos y principiantes hacen parapente. Además cuenta con un impresionante mirador desde el cual se pueden observar casi todos los cantones de Tungurahua. Incluso el volcán Tungurahua y su proceso eruptivo que empezó en 1999.

En el casco urbano pelileño hay una variopinta oferta de comidas como los tamales, empanadas de tiesto (rellenas con raspadura), cuyes, fritadas. En el complejo La Moya los visitantes pueden disfrutar de una extensa área verde, canchas deportivas, piscinas, sauna, hidromasaje, turco y baños de cajón.

En Pelileo Grande, sitio del epicentro del terremoto del 5 de agosto de 1949, hay un parque que conserva los recuerdos de ese remezón.

Otro de los lugares especiales que tiene Pelileo es Valle Hermoso, donde existen miradores, vías para ciclismo, parapente, rafting, complejos, vertientes de agua y criaderos de truchas y tilapias.

A 20 minutos de Pelileo está la parroquia Huambaló calificada como la ‘capital nacional del mueble’. Allí funcionan más de 120 talleres, y cerca de 60 almacenes renovados y con arquitectura similar a la de los centros comerciales. (I)

DATOS

Pelileo fue destruida por el terremoto del 5 de agosto de 1949, por ubicarse en el epicentro mismo del remezón que fue localizado La Moya.

Este cantón cuenta con 10 parroquias, las urbanas son Pelileo y Pelileo Grande.  La rurales son Benítez, Bolívar, Cotaló, Huambaló, Chiquicha, El Rosario, García Moreno y Salasaca.

Pelileo se destaca también por las artesanías, en Salasaca funciona la plaza artesanal, cultural y turística Kayak Raymi en la comunidad Llikakama y el Mercado Artesanal en la plaza Central.

San Pedro de Pelileo fue fundado en 1570 por Antonio Clavijo y fue elevado al estatus de cantón el 22 de julio de 1860. Luego del terremoto de 1949, se calcula que unas 5 mil personas perdieron la vida y esta urbe tuvo que ser reconstruida integralmente.

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