También son perjudicados el haba, arveja y fréjol
El maíz es el cultivo más afectado por la ceniza
Los extensos cultivos de maíz en poblaciones como Cotaló, Chacauco y Pillate, pertenecientes al cantón Pelileo, desde hace dos semanas tienen una coloración grisácea.
Esto a causa de la permanente caída de ceniza expulsada por el volcán Tungurahua. Este es el principal sembrío de estos pueblos y el más afectado por el polvo volcánico. Así lo afirma el agrónomo ambateño Luciano Betancourth.
“Debido a su cercanía con el coloso, estas localidades son las primeras en recibir un ‘baño’ de ceniza. Al estar muy caliente y tener una textura vidriosa, el material perfora la cubierta de la mazorca y quema los pequeños pelos que la recubren, dejando al descubierto los tiernos granos”, señaló.
Las hojas alargadas también son calcinadas por la ceniza, lo que desencadena en una deshidratación total de la planta.
“Las hojuelas de maíz poseen unos pequeños filamentos que al tacto se asemejan a espinos. En su interior se encuentra el sistema de irrigación de savia, proceso que se detiene a causa de la temperatura del polvo volcánico y acumulación del mismo”, dijo.
Si bien el haba, arveja y fréjol también se perjudican con este material volcánico, las plantas de maíz se caen por el peso de la ceniza. (I)