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La bebida es una tradición en riobamba
El jucho más grande se cocinó y repartió en 20 mil raciones
Alrededor de 20 mil raciones de jucho se repartieron en Riobamba. Se trata de una bebida propia de la Sierra centro y que es parte de los rituales ancestrales de agradecimiento que los antepasados realizaban a la Pacha Mama por los frutos y la generosidad de la tierra.
Para las comunidades indígenas, este dulce tiene una connotación festiva, pues su elaboración conlleva la unidad familiar y es un tiempo para compartir.
Es por eso que cientos de personas hicieron largas filas en la plaza Alfaro, ubicada en el centro de Riobamba, para degustar esta bebida tradicional.
En vasos desechables y con una cuchara, las personas obtenían su ración gratuitamente. Los grupos familiares se congregaron en el lugar para disfrutar también de las danzas folclóricas.
El jucho, una palabra que proviene del kichwa, es un brebaje que se elabora en febrero y marzo. Su principal ingrediente es el capulí y durante la preparación se le añade durazno, cebada y, por supuesto, manzana.
El zumo que se obtiene de las frutas al cocinarlas resulta en una bebida dulce y muy agradable al paladar. Su popularidad no solo se fundamenta en el sabor, sino en las propiedades nutritivas que se le atribuyen.
“El capulí es rico en hidratos de carbono y azúcares. Además, posee calcio para la formación de los huesos y fósforo para el desarrollo cerebral. Por eso ahora entendemos por qué nuestros antepasados vivían fuertes y sanos”, reflexionó Milton Zabala, chef de Canadian School.
Para la elaboración de este espectáculo culinario se necesitó la colaboración económica de entidades públicas y privadas. Además, participaron 120 estudiantes de cocina de la Espoch, Unach, Río Gourmet y restaurante El Delirio, que se dedicaron por dos días a la elaboración.
“Así empezamos los Carnavales por la Vida en Chimborazo, con la idea de reforzar nuestras tradiciones”, manifestó Napoleón Cadena, alcalde de Riobamba.