Los trabajos se realizan a 5 kilómetros al noroccidente de una parroquia en ambato
El histórico Camino Real estará cerrado por 2 semanas más
Un tramo de más de 40 metros del Camino Real, que fue asfaltado el año pasado, está cerrado por los daños que causaron las lluvias de las últimas semanas.
El tránsito vehicular y peatonal están suspendidos, y las consecuencias las enfrentan los habitantes de las parroquias Augusto N. Martínez, Atahualpa, Unamuncho y Cunchibamba, en Tungurahua y de Panzaleo, en Cotopaxi.
Las fuertes precipitaciones formaron una represa de unos 30 mil metros cúbicos de agua, que obligaron a la maquinaria y al personal del Gobierno Provincial de Tungurahua a excavar una gran acequia en la que instalarán una tubería de desagüe de unos 2 metros de diámetro y 40 de longitud. El incidente ocurrió hace más de una semana y tomará por lo menos 15 días más la reconstrucción integral de esta vía que es alterna a la Panamericana Norte.
Esta carretera de doble vía es utilizada diariamente por decenas de agricultores, turistas y viajeros que tratan de evitar el intenso tráfico de la Panamericana, para movilizarse entre Ambato, Panzaleo, Latacunga y Quito.
Los trabajos se realizan a 5 kilómetros al noroccidente de Martínez. Ayer, Rosa Elena Bosque tuvo que caminar más de 8 kilómetros para tratar de llegar a Pucarrumí, uno de los pueblos que se levantan a los costados de este histórico paso que se extiende por algo más de 20 kilómetros.
“La vía era linda y la ruta nos ayudaba a sacar nuestros productos del campo como cebolla, maíz, choclos, habas, etc. Los turistas no faltaban. Desde hace 8 días que ya no hay paso. Ahora veo que el daño es grande y va a ser imposible cruzar caminando porque las máquinas no dan paso y la tierra está floja y profunda”, aseguró la mujer mientras llevaba una carga de legumbres sobre la espalda en compañía de su hija menor.
En el asfaltado de este camino se invirtieron más de $ 800 mil e incluso se le dio una particularidad ornamental: un costado fue cubierto con piedra y gres, a modo de vereda, para recordar los chaquiñanes que recorrían los míticos chasquis en los tiempos dorados del Tahuantinsuyo.
Ahora en el impresionante socavón que se formó, laboran 2 tractores y un grupo de trabajadores de la Prefectura, con la guía de ingenieros expertos en caminos. Las camionetas de la Prefectura arriban constantemente a ese sitio para registrar el avance. “Seguimos desalojando basura, lodo y escombros que de alguna manera ayudaron a que se formara una represa que tuvimos que desalojar bajo un control técnico absoluto”, explicó Jorge Toapanta, experto vial. Sobre el asfalto negro, se destacan todavía la línea blanca divisoria, las señales verticales, los reductores de velocidad pintados de amarillo y los letreros verdes que indican claramente los desvíos hacia los barrios, parroquias, negocios y los nexos directos con la Panamericana. A este lugar también arribó ayer a las 10:00, el jefe de Mantenimiento Vial del Gobierno Provincial, Fabián Mera.
“La quebrada en cuestión se llama Huagrahuaico y el túnel natural colapsó por la fuerza del agua que arrastró todo tipo de escombros. La única alternativa de solución es abrir un canal para formar una alcantarilla metálica”, aseguró Mera. La mañana soleada ayudó al avance de los trabajos, pues en la Sierra centro las lluvias se volvieron continuas.