Mientras asciende por una seca e inestable ladera, con un quintal de papas en su hombro, un joven agricultor trata de calmar a su asustado hijo de 6 años, quien, a paso acelerado, avanza junto a él. Al borde del llanto y con su rostro curtido por el frío, el niño sujeta con fuerza la mano de su padre pese a que la carga que el hombre lleva pesa más de 100 libras.

¿A qué le teme el menor? Un fuerte bramido del volcán Tungurahua había interrumpido una tranquila jornada de cosecha de tubérculos, 3 minutos antes, en la comunidad Hualcanga San Luis, del cantón Quero en Tungurahua.

El fenómeno natural desató, la mañana del sábado, un miedo incontenible en varios chicos que ayudaban en la labor a sus progenitores. Por ello la tarea fue suspendida durante varios minutos.

Localidad afectada

Así se vivió el segundo día de la reactivación de la ‘mama’ Tungurahua en varios caseríos de Quero, una de las ciudades más afectadas cuando el coloso ‘despierta’. Allí, al menos el 90% de los 20 mil habitantes se dedican a la siembra de papa, zanahoria, camote, mashua, oca y otros productos.

David Apo aseguró que si bien en esta ocasión es menor la cantidad de ceniza que ha caído en los cultivos, los bramidos y pequeños sismos atemorizan a toda la población.

Según sus propias palabras: “los rugidos son diferentes a los de reactivaciones anteriores pues son prolongados y están acompañados de leves remezones. Hasta ahora este fenómeno ha ocurrido justo antes de grandes emisiones de flujos piroclásticos”.

Efectivamente esto ocurrió la tarde y noche del viernes, pues desde caseríos como Pillate y Chacauco, ubicados frente al coloso, se puede observar las huellas del rodamiento de material incandescente.

Según el último reporte del Instituto Geofísico, los pequeños sismos se deberían al movimiento interno de fluidos y eventos de fractura.

Sin embargo, sí existen afectaciones en el agro debido a la caída de polvo volcánico. El material quemó las hojas y flores de las diferentes clases de papa que allí se cultivan.

“A las 15:30, a 3 horas de iniciado el reciente proceso eruptivo, ya hubo caída del material. Esto duró cerca de 2 horas, tras lo cual todos los comuneros salimos a sacudir las matas y arbustos de papa chola, semi chola y superchola, a fin de evitar que los productos sean calcinados”, aseveró el campesino.

Ventajosamente la colecta semestral del producto había iniciado hace 8 días, por lo cual muchos agricultores pudieron vender una parte de su producción en mercados de la región.

“Aún así existen compañeros que iniciaron la colecta recién el domingo, pues algunos viajan viernes o sábado a las ferias de ganado de la región. Esta producción será vendida en el Mercado Mayorista de Ambato”, manifestó Israel Manobanda, de la comunidad San Luis.

Los comuneros esperan que los precios normales del quintal de papa, entre $ 12 y $ 15, no desciendan a $ 5 como en la reactivación de noviembre de 2015.

Emisión de rocas incandescentes

El Observatorio del Volcán Tungurahua (OVT), ubicado en el sector Guadalupe, confirma la emisión de rocas incandescentes la noche del sábado. Además, pese a la espesa nube que recubre el cráter, cono y faldas del macizo, se observan columnas de ceniza y vapor de agua, salir del Tungurahua.

Ayer, la altura máxima alcanzada por los bloques fue de 2.000 metros sobre el nivel de la cumbre, con dirección al occidente. “Las afectaciones en comunidades de Chimborazo, al parecer, han sido superiores que en Tungurahua. Los cultivos de granadilla, fréjol, acelga, col y otras hortalizas, han sido aquejados. La alfalfa y otras hierbas han sido calcinadas, por lo que el ganado también está perjudicado”, dijo Jorge Totoy, vigía de la comunidad Palictahua. (I)

Habitantes de Riobamba madrugaron el sábado y domingo para limpiar los patios, techos y ventanas de sus casas, debido a la gran acumulación de ceniza. Foto: Roberto Chávez / El Telégrafo