Pese a la existencia de espacios disponibles en los mercados, las ventas informales continúan en toda la ciudad
El comercio informal, un problema en las calles de Ambato
Como todos los lunes Marta, profesora de secundaria ambateña, sale de su casa a las 06:00. Acompañada de su bicicleta y vestida con ropa deportiva, esta maestra de 34 años se encuentra con 2 obstáculos al abrir la puerta principal de su casa, ubicada cerca de la plaza Primero de Mayo, en el norte del casco urbano de Ambato.
El primero es la presencia masiva de vendedores ambulantes en la acera más próxima, quienes se instalan allí desde las 04:00 cada inicio de semana, pues ese día tiene lugar la feria más grande de la ciudad.
Además el aparcamiento desordenado de al menos 5 camionetas y varios camiones cargados con todo tipo de frutas, verduras, hortalizas y tubérculos impiden el tránsito de peatones, vehículos y ciclistas.
Ella, al igual que la mayoría de sus vecinos, se muestra inconforme con esta situación pues, según dice, representa un serio impedimento para el crecimiento ordenado de la urbe y es un foco de contaminación.
“El comercio informal está presente desde hace más de 40 años. Tras la feria del lunes las vías quedan repletas de basura, situación que contrasta con la imagen de orden, respeto y referente de puntualidad que Ambato ha sido a nivel nacional”, dijo.
Los estragos de la presencia de al menos 1.200 vendedores informales de diversas mercancías, entre ellas: utensilios de cocina, insumos agrícolas, artículos de aseo del hogar, herramientas para el agro y gran variedad de comestibles, se sienten en las 8 cuadras circundantes al punto de expendio.
Esto se produce a pesar de que tanto la administración municipal anterior y la actual han hecho sus mayores esfuerzos para que los locales que están libres en los 14 mercados de Ambato sean ocupados por estas personas.
Si bien, muchos de los vendedores ambulantes son tungurahuenses, gran parte de ellos provienen de cantones de las vecinas provincias de Chimborazo, Cotopaxi, Pastaza, y Bolívar.
Diversos problemas
Además del caos vehicular y la acumulación de basura en las calles, los moradores del sector se quejan de otros inconvenientes.
Uno de los más graves es la contaminación acústica que se produce durante casi todo el día. “El ruido que producen los comerciantes al promocionar sus mercancías es ensordecedor. Aun con las puertas, ventanas y cortinas cerradas, la bulla ingresa a todas las habitaciones de nuestra viviendas”, señala
Serafín Lozano, dueño de una tienda de abarrotes del sector. Además allí ocurren actos delictivos con frecuencia. A Belén Domínguez, universitaria y residente del lugar, le han robado el teléfono celular 2 veces. “Es imposible identificar a los delincuentes, pues estos se camuflan en la gran cantidad de vendedores y compradores”, menciona Domínguez.
A pesar de existir una Unidad de Policía Comunitaria a 2 cuadras, los robos se repiten cada lunes. Finalmente la presencia de perros y gatos callejeros, así como de roedores, completa la lista de quejas.
Locales disponibles en mercados
Por varias ocasiones, Luis Amoroso, alcalde de Ambato, ha manifestado que en la red de mercados y plazas de la urbe hay locales libres. “El número de cubículos disponibles es similar o superior al de los comerciantes informales”, manifestó el burgomaestre. (I)
DATOS
La red de plazas y mercados de Ambato se compone de 15 puntos de expendio, entre ellos el Central, Modelo, Mayorista, Del Sur, Simón Bolívar, Colón, América y Santa Clara.
Pese a que en la ciudad existen ferias los domingos y viernes, la más grande tiene lugar el lunes. Ese día se expende toda clase de mercancías, especialmente productos agrícolas de la urbe, como maíz y arveja.
En Ambato se registra gran afluencia de comerciantes de Chimborazo, Cotopaxi, Pastaza y Bolívar. De esta última, es notable la presencia de vendedores de los cantones Chillanes, San José de Chimbo y Guaranda.