El Aeropuerto no ayuda a “despegar” a los negocios
Los dueños de los negocios ubicados en las inmediaciones del Aeropuerto Internacional de Cotopaxi, no perciben aún el ‘despegue’ que esperaban con el aumento de las operaciones aéreas.
Paradójicamente, la plusvalía en el sector se elevó, así como también los costos de los arriendos. La terminal aérea se levanta al nororiente de Latacunga, en el barrio La FAE, de la parroquia San Buenaventura.
Cerca de sus instalaciones se encuentran instituciones educativas como el Instituto Tecnológico Superior Aeronáutico (ITSA) y la Unidad Educativa Hermano Miguel.
Por ahora, están operando las líneas TAME con rutas Guayaquil-Latacunga y al oriente ecuatoriano como El Coca. También, Saéreo y compañías internacionales de carga como Cargolux y Centurion, que transportan diferentes productos hacia Europa y Estados Unidos, en aviones Boeing 747.
La Dirección General de Aviación Civil (DGAC), también otorgó permisos de operación a las compañías Sudamericana de Aviación y Líneas Aéreas Cuencanas (LAC). Pero todavía no inician vuelos. En este escenario, los comerciantes de la zona realizan sus actividades.
Para la mayoría la expectativa de obtener nuevos ingresos todavía no se materializa. Juan Carlos Jiménez es propietario del restaurante Doña Miche, ubicado en la avenida Amazonas frente al aeropuerto.
Según dijo, los vuelos comerciales no le proporcionan clientes. “Recién se está viendo algo de movimiento en estos locales, pero no es suficiente”.
Jiménez instaló un elegante local que ofrece asados hace 4 años, con el fin de aportar al desarrollo económico. Como estrategia implementó una línea de comida típica y almuerzos ejecutivos.
Como él, los dueños de otros 14 locales, que se encuentran en los alrededores del campo de aviación, aseguran que de sus ventas, solo el 10% corresponde a los usuarios de la terminal aérea.
En la calle Javier Espinosa, diagonal al aeropuerto está la cooperativa de taxis Multifamiliar FAE, que funciona en la zona desde hace 20 años y cuenta con 25 socios. “Los días que hay vuelos sí mejoran nuestros ingresos, pero no es constante”, aseguró Jaime Pacheco, presidente del gremio.
Comentó que durante los recorridos, los turistas y viajeros elogian la infraestructura del aeródromo, pero también coinciden en que faltan más rutas.
La plusvalía crece
María Borja, vicepresidenta del barrio la FAE, sostiene que desde 2011 el costo de las infraestructuras y de los arriendos ha crecido sin control.
“El alquiler de una casa pequeña bordea los $ 250 y la de una sola pieza (habitación) puede llegar a 150”. Y añadió: “Hace poco se vendió una vivienda al doble del costo de lo que se pidió al principio. Lo mismo ocurre con los lotes de terreno y con el alquiler de oficinas”.
Por ahora, alrededor del aeropuerto no se está realizando ninguna construcción. Para César Ruiz, coordinador de Ordenamiento Territorial y Planificación del GAD Provincial de Cotopaxi, la creación de una ordenanza que regule el uso de suelo es impostergable.
DATOS
El aeródromo fue creado como una base militar el 10 de mayo de 1929 y posee la pista más larga del Ecuador con 3.700 metros de longitud operativa.
Está situado estratégicamente en un entorno geográfico sin la presencia de montañas que dificulten el aterrizaje.
Desde este campo de aviación se puede llegar a ciudades como Guayaquil, Cuenca, Loja y otras.
Las naves que operan son para el servicio comercial, traslado de carga procedente de otras provincias especialmente flores y alimentos. Asimismo, el Ejército lo usa para trasladar su material.