El subcentro de salud de la parroquia Cusubamba, en el cantón Salcedo, funciona con tres médicos rurales, una obstetra, un odontólogo y una enfermera. Las patologías más comunes entre los pacientes suelen ser gripes, infección en vías urinarias, hipertensión arterial, gastroenteritis y, principalmente, la desnutrición en las niñas y los niños.

Mayra Vallas, médico rural a cargo de la casa de salud, informó que diariamente se atienden de 32 a 38 personas, excepto los miércoles que, al ser un día feriado en la zona, llega un promedio de 60 personas. Y de ellas, un elevado porcentaje son menores de edad.

Vallas manifestó que de un promedio de 100 niños y niñas que atienden, al menos 80 son víctimas de desnutrición. La mayoría son menores cuyas edades fluctúan entre los 2 y 5 años. “Los niños de cero a 2 años no presentan desnutrición, pues aún lactan del seno materno, el que los provee de todo el alimento necesario; no así quienes superan esa edad, que necesitan una variada nutrición que no la reciben en sus hogares”, explicó.

La profesional añadió que la calidad de la nutrición en los niños en baja  debido a la corriente de mestizaje que también alcanzó  a su alimentación. Esto porque pese a que un 90% de las 20 comunidades que constituyen la parroquia  Cusubamba se dedica al cultivo de cereales, tubérculos y hortalizas saludables, “la mayoría de los agricultores no las consumen. Como son de escasos recursos económicos, las venden y con las ganancias compran fideos, arroz, y golosinas que no son alimentos recomendables para un niño en crecimiento”.

Delia Tandalla es madre de cuatro menores, cuyas edades fluctúan entre los 2 y 11 años. “Lo que más les gusta a mis hijos es el arroz, los chitos. Yo sí trato de que coman habas, papas, pero no hacen caso. Con lo poco que les damos se compran golosinas”, comentó.

Julio S. tiene 9 años y su golosina preferida es la salchipapas. El niño comentó que consume este producto desde los 7 años. No reconoce la diferencia entre un alimento chatarra y otro nutritivo. “Es lo mismo”, dijo con una profunda inocencia.

La profesional médica mencionó, de su lado, que para erradicar la desnutrición  en ese sector rural, se trabaja en salud escolar en las guarderías. El plan contempla, entre otras cosas,  desparasitación, pues una de las causas del problema es la proliferación de parásitos que adquieren los menores al ingerir agua que no ha seguido el debido proceso de purificación. “Cuando los niños tienen parasitosis, estos agentes externos se alimentan de lo que consume el menor y, por lo tanto, se genera desnutrición”, señaló.  

A la par, socializan con las madres de familia temas como normas de nutrición. “Se les explica cómo deben alimentarse, qué productos son necesarios para el consumo de los niños y temas afines”, comentó.

Maricela Robalino, obstetra del subcentro, dio a conocer que  el tema de la desnutrición también lo trata  con las futuras madres, indicándoles cuál es la dieta adecuada que deben seguir durante y después del embarazo.

Todas estas acciones están enmarcadas dentro de diversos programas que ejecuta el Gobierno Nacional y cuyo  objetivo es que en 2015, en Ecuador ya no exista desnutrición crónica en niños y niñas  menores de 5 años.