El Concejo Cantonal dispuso que 191 inmuebles ubicados fuera de la delimitación del Centro Histórico ingresarían a un catastro de protección emergente, antes de ser incorporados al registro de aquellos considerados patrimonios culturales.  

Patricio Zárate, jefe de la Unidad de Bienes Patrimoniales, explicó que se iniciará un segundo proceso con la finalidad de complementar la información de valoración interior de la propiedad.

Posteriormente, indicó, el Cabildo y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural (INPC) definirán cuáles serán considerados como patrimonio cultural.

El Municipio y el Instituto Nacional de Patrimonio Cultural definirán el ingreso en los próximos días.Las propiedades que han sido escogidas están en la periferia de la ciudad. Para el efecto se consideraron: simetría, fachada, elementos decorativos, cubiertas de teja, aleros y varios detalles a nivel de ventanas y moriscos o forjados.

Además, se evaluaron los materiales usados, la tecnología en edificación y adicionalmente su relación con eventos históricos o la existencia de algo exclusivo que determine un valor histórico.

Luego de este proceso, el ente estatal deberá avalar y elaborar las fichas de registro, con ello el Ministerio de Cultura decide su  ingreso al inventario de Bienes Patrimoniales.

Zárate manifestó que al momento la iniciativa está en una etapa de socialización con los propietarios de estos 191 inmuebles.

“Al estar en el listado de protección emergente no existe prohibición para realizar algún tipo de remodelación e intervención, previamente los propietarios deberán entregar los estudios arquitectónicos para su aprobación en la unidad de bienes patrimoniales con el informe del INPC y de la Comisión de Centro Histórico del Concejo Municipal”, concluyó.

El mes pasado ya hubo un encuentro entre las autoridades municipales con representantes del organismo estatal sobre el tema. En esa oportunidad se analizó el caso de los árboles históricos.