Yamachaquis, una delicia gastronómica ancestral de Guápulo
Los yamachaquis son una especie de tamal de dulce que únicamente se prepara en Guápulo. Su elaboración es demasiado laboriosa, es por ello que solo se los encuentra en septiembre, durante las fiestas de este famoso barrio.
Está hecho con harina de mote (maíz blanco), se compra el maíz, se seca, se desgrana y se lo convierte en harina. A esto se le agrega manteca y miel de panela, entre otros secretos caseros.
La masa se envuelve en hoja de huicundo, un árbol que solamente crece en las montañas de Guápulo y que es difícil conseguir.
Doña Fanny Otalima mantiene viva esta tradición. Sus bisabuelos, luego sus abuelos y también su madre, cocinaban los yamachaquis y ahora ella lo continúa haciendo, aunque dice que no se venden muy bien.
“Antes tenía muchísimos más clientes, me compraba la gente del Valle más que los propios nativos del sector; pero ahora ya no se vende mucho, por eso se los hace solo en las fiestas”, comenta doña Fanny.
Los yamachaquis se preparan con mucho tiempo de antelación. Lo más difícil es conseguir la hoja, pues hay que subir por empinadas montañas a terrenos llenos de espinas. También hay que saber envolver la masa en estas hojas, de manera que queden como pequeñas flautas.
Comerlos también es un arte. Como son un poco secos se recomienda tomarlos con leche o con alguna bebida caliente. Una vez que se los prueba se siente el sabor de la panela, son muy dulces y deliciosos.
A pesar de su difícil elaboración, doña Fanny los vende a 80 centavos. Los interesados solo pueden encontrarlos el 8 de septiembre durante las fiestas de Guápulo. (I)