Moradores consultados en el sur de Quito sienten inconformidad con los trabajos de extensión del corredor de la Ecovía hacia el sur, que finalizaría en el primer trimestre de 2016. Piden que se ejecuten obras complementarias.

Antonio Tipán, morador de La Bretaña, dijo que los habitantes no se oponen a la construcción del carril exclusivo, pero solicitan que se complemente la obra.
Añadió que en el área hay multifamiliares, ciudadelas y planteles educativos, por lo que se requiere el mejoramiento de la semaforización y la construcción de pasos peatonales para facilitar el cruce de la av. Maldonado.

Olga Guayanlema, moradora del sector El Blanqueado (Guamaní), dijo que los escombros, que son producto de la construcción, se acumulan sobre el parterre, lo que dificulta la circulación de transeúntes. La mujer también pidió semaforización para su zona.

El Municipio prevé que la extensión del corredor atenderá a unos 250 mil habitantes del sur y que concluya en el primer trimestre del próximo año.

La primera fase consiste en la colocación de la capa de rodadura de hormigón, para lo que se prevé una inversión de $ 3 millones. La fase complementaria contempla la construcción de 5 paradas y la implementación de la terminal en Guamaní ($ 9 millones).

Paralelamente, el Cabildo reconstruye 44 paradas del sistema de transporte Trolebús.

Ante esto, habitantes entrevistados de sectores como Quito Sur, Recoleta, Santo Domingo y Cumandá reclaman por algunos inconvenientes derivados. Luz María Neira, quien vive en Recoleta hace 36 años y posee una tienda, aseguró que la remodelación de la parada de esa zona ha afectado a los negocios.

La mujer comentó que el uso de telas plásticas para cubrir la construcción provocó que sus ventas disminuyeran hace 2 meses.

A su juicio, los trabajos también han contribuido al incremento de la inseguridad porque delincuentes aprovechan la cobertura para esconderse y acechar a sus potenciales víctimas.

Sin embargo, reconoció que con obra o sin ella la delincuencia ronda la av. Maldonado porque en la hondonada del río Machángara viven personas antisociales que cometen delitos.

“El sábado pasado, a las 06:00, jóvenes que viven en la ‘quebrada’, entraron a la construcción de la nueva parada y se robaron tubos de la obra. Esto ocurre hace varias semanas”, dijo Luz, quien se preguntó si el personal del Municipio no se da cuenta de las pérdidas.

En el barrio Quito Sur, entre las paradas Teniente Hugo Ortiz y Francisco Serrano, también se reconstruye una parada.

Beatriz Aguirre, quien maneja una panadería en el sector desde hace un año, dijo que la obra aumenta la congestión entre las 07:00 y las 09:00, un período del día normalmente difícil por tratarse de una hora pico y por las dificultades de circulación que se viven en ese punto de la ciudad.

Por ello, la mujer manifestó que espera que la obra concluya lo más pronto posible para que se acabe ese problema.

A lo anterior se suman las complicaciones de tránsito que genera la construcción del intercambiador de Carapungo (al norte), obra que está prevista que culmine en el primer trimestre de 2016.

A pesar de que durante la realización de los trabajos el Cabildo ha habilitado desvíos temporales para facilitar la circulación de automotores, los problemas de tránsito que se supone resolverá la estructura se han agudizado.

José López dijo que transitar entre Calderón y Carcelén le toma unos 20 minutos. (I)