El superior del convento de San Francisco, Carlos Amendaño, matiza cuando habla del estado actual del complejo religioso.

El sacerdote dice que lo expresado por algunos medios para referirse a la necesidad de restauración de ciertas áreas del inmueble, podría generar la idea errónea de que el templo y las estructuras adyacentes están a punto de caer.

No oculta, sin embargo, que se debe intervenir en el sitio con el fin de que las naves laterales de la iglesia principal, la sacristía y lo que fue la cervecería artesanal, entre otros sectores, además de algunas obras de arte, “recuperen su esplendor”.

Y afirma que para eso la comunidad buscó la colaboración de la Unesco, el Instituto Metropolitano de Patrimonio y el Ministerio de Cultura. Tras ello, un plan fue presentado en octubre pasado por el órgano de la ONU.

En él se plantea, entre otras cosas, restaurar la cervecería artesanal, recuperar su producción y ofrecer la bebida a los turistas, cuyo número actual (48 mil por año) se prevé incrementar.

Como parte de esto se planea que el complejo sirva también como alojamiento espiritual y de meditación.

Alcira Sandoval Ruiz, responsable del sector cultura de la Unesco para la región andina, afirmó que no se buscaba generar un gran flujo de turistas, sino abrir nuevas vías de obtención de recursos, además de las visitas al museo Fray Pedro Gocial.

Sandoval también dio a conocer que tras los trabajos de restauración, se requerirían $ 170 mil anuales para conservar el inmueble y los elementos que lo conforman.

Pero en los últimos días se ha abierto una polémica en cuanto a la forma de obtener los $ 4 millones que, según Unesco, se requieren.

La entidad de la ONU lanzó el Domingo de Ramos el plan ‘Nuestro Patrimonio’, destinado a recolectar fondos de personas y empresas. Se prevé reunir $ 1 millón hasta 2015.

El alcalde Augusto Barrera rechazó la idea de la colecta y dijo que ya hay políticas públicas para ello y que están en marcha. Añadió que se han invertido $ 2 millones en el complejo hasta el momento.

Al respecto, el superior del convento comentó que se busca parte del dinero de esa forma porque la comunidad no cuenta con los recursos para acometer dicha labor.

En tanto, la Unesco pidió esperar a que su directora en Quito, Sadia Sánchez Vega, regrese al país para pronunciarse al respecto.