El anuncio de que 80 buses biarticulados propulsados por diésel se incorporarán al transporte municipal capitalino a finales de este año no toma forma todavía.

Según la Secretaría Metropolitana de Movilidad, estaba previsto que a mediados de mayo se definiera si se importaban las unidades o se las construía en el país.

Pero hasta el viernes pasado, en el portal del Servicio Nacional de Contratación Pública (Sercop) no se había publicado la convocatoria para ninguno de los 2 procesos.

La adquisición de estos buses forma parte del proceso de fortalecimiento del transporte metropolitano. Esa fue una de las 10 medidas anunciadas el 30 de junio de 2014 por parte del alcalde Mauricio Rodas dentro de la emergencia declarada para el sistema de movilidad.

El robustecimiento de la flota se ha cumplido, hasta el momento, a medias. Por un lado, la Alcaldía promocionó fuertemente la puesta en servicio de 58 buses y trolebuses que, según el ejecutivo local, se hallaban inoperativos por falta de mantenimiento.

El 5 de marzo pasado entraron en operación 40 buses articulados que fueron adquiridos mediante un crédito no reembolsable de $ 13,5 millones concedido por el Banco del Estado (BdE) a finales de la Alcaldía anterior.

Esto luego de una campaña de la actual administración capitalina en contra de su antecesora en la que aseguraba que la última había devuelto los fondos.

Tras un proceso de diálogos, en los que se incluyó al propio Presidente Rafael Correa, el BdE restituyó la opción de uso del dinero en octubre pasado, aclarando que este nunca había regresado a sus manos.

La Alcaldía estuvo a punto de perder los recursos cuando enfrentó, con las unidades ya en circulación, un reclamo de la entidad estatal de crédito por el incumplimiento de varios puntos del convenio. La situación se resolvió a inicios de junio último.  

Además de la mejora del servicio, la incorporación de las nuevas unidades, en lo que se invertirían $ 36 millones, permitirá la concreción de otros aspectos pendientes de la emergencia de movilidad. Uno de ellos es la extensión del servicio del Corredor Suroriental desde El Capulí hasta Guamaní (al sur) y del Trolebús desde El Labrador hasta Carapungo (al norte).

Se preveía que en la parte norte de la capital, el proceso arrancaría  con el traslado de las operaciones de la actual estación La Y del Trole a la estación multimodal construida en El Labrador dentro de la Fase I del sistema del Metro.

Primero se anunció que esto ocurriría en febrero, luego que a mediados de junio, pero la mudanza no ha arrancado y no hay una fecha oficial determinada para su inicio.

Alexandra Pérez, nueva gerente de la Empresa Metropolitana de Transporte de Pasajeros de Quito, declaró hace poco que el retraso es porque deben cumplirse trámites legales internos para el traspaso de las instalaciones entre la empresa del Metro y la que ella dirige.

Por otro lado, y como parte de la repotenciación del sistema, los nuevos buses servirán para reemplazar a 54 de los 113 ‘troles’ de la flota que en diciembre cumplirán su vida útil tras 20 años en circulación.

El mejoramiento y remodelación de las paradas es otra de las propuestas que no ha terminado de materializarse.

En los primeros meses de la emergencia se intervino la parada El Capulí del corredor Suroccidental y las estaciones El Recreo del Trolebús y Río Coca de la Ecovía.

El 1 de octubre se reabrió la parada del ‘Trole’ en la Plaza del Teatro, remodelada mediante un aporte de $ 108 mil del Banco Pichincha.

En aquella ocasión, el Alcalde anunció que en los siguientes 12 meses y bajo el mismo concepto se intervendrían las 106 estaciones restantes del Sistema Integrado de Transportación Pública (SITP).

Esto no ha sucedido. Incluso hay paradas que muestran problemas. Ese es el caso de los andenes Mañosca, Concepción, Edmundo Carvajal, Aeropuerto, La Florida, Base Aérea y Vaca de Castro del Corredor Central-Norte, que tienen los vidrios ‘trizados’, los carteles informativos rotos y las sillas de espera deterioradas, entre otros desperfectos. Del mismo modo, la repavimentación de los tramos sur y centro del Trolebús también está pendiente.

Puntos de intervención

En algunos aspectos el Municipio ha actuado. En los primeros días de la emergencia, por ejemplo, se aumentó la presencia de policías metropolitanos en paradas y buses. Con el transcurso de los meses, sin embargo, los uniformados solo permanecen en las estaciones. Además, se establecieron puntos de denuncia para combatir el acoso.  

El gobierno local también ha creado rutas exprés. Una entre las terminales terrestres y el parque El Ejido y otra entre ese punto y Carapungo (al norte). (I)