Fabián Espinosa se levanta todos los días a las 04:00 y conduce su camioneta del año 98 hasta el Mercado Mayorista, en el sur de la capital, para hacer fletes.

Su vehículo es su medio de trabajo, aunque no está afiliado a ninguna asociación  y  tampoco puede acceder a un puesto en la cooperativa 27 de Febrero que presta el servicio en  ese lugar.  

En una jornada de trabajo ordinaria realiza 11 viajes y cuenta que para asociarse necesita pagar 6.000  dólares, aunque tampoco existen cupos disponibles. Por eso está entusiasmado con el proceso de regularización del transporte liviano que llevará a cabo la Secretaría de Movilidad y que tomará tres meses.  

“Ya no tendría miedo de trabajar, porque ahora tengo problemas cuando se hacen operativos de control y algunos compañeros (socios de la cooperativa) no están de acuerdo con los ‘piratas’”.  

5.000 unidades obtendrán, hasta 2014, su permiso de operación para circular en la zona rural y urbana del distritoPrecisamente uno de los aspectos importantes del proceso es que para regularizarse no será necesario  pertenecer  a una compañía.

Patricio Ubidia, concejal de Quito, dijo que los trámites no se harán a través de cooperativas sino que cada propietario del vehículo presentará sus documentos y luego  decidirá si se asocia o no, pues el  “permiso será otorgado a la persona”, señaló.

El proceso, que se hará en cuatro fases, también permitirá levantar datos reales sobre la legalidad  de  las compañías de transporte liviano que actualmente prestan el servicio, pues “muchas de las cooperativas tenían uniones de hecho, mas no de derecho”, precisó Ubidia.

Los transportistas podrán inscribirse y solicitar información del 3 al 14 de junio en el balcón de servicios de la Casa Piedrahita, en el interior del Parque Itchimbía. “Esta es una gran oportunidad, pues ya no tendremos miedo de salir a trabajar, ni tampoco pagaremos altas sumas de dinero por un puesto”, comentó Carmen Arellano, quien trabaja en el Mercado Central.