La regeneración del Centro Histórico comprenderá la edificación de conjuntos habitacionales, la recuperación de inmuebles tradicionales, la construcción de áreas verdes, y la demolición de edificios que no tienen armonía con la estructura colonial, es decir, son “antiestéticos”. Así lo anunció el presidente de la República, Rafael Correa, en su último informe sabatino.

Entre los edificios que podrían ser demolidos para dar lugar a la construcción de espacios verdes y plazas públicas están el de la Dirección Provincial de Salud de Pichincha (calle Mejía y García Moreno), el antiguo Registro Civil (Mejía y Guayaquil) y el que actualmente ocupa el INFA, pero el tema sigue en análisis.

Mientras que las edificaciones tradicionales recuperadas serán entregadas para el uso de las facultades de Arquitectura de las universidades ecuatorianas o para sedes de embajadas.

Según el vicealcalde, Jorge Albán, la regeneración del casco colonial de la capital depende de un plan integral que  pretende habilitar más espacios públicos, rehabilitar viviendas emblemáticas y plazas, repotenciar conventos y mejorar la red vial. 

La ejecución del plan se realizará por etapas y la primera fase se implementa en los barrios San Diego, San Sebastián y 24 de Mayo.

En el sector las casas patrimoniales que están deterioradas serán rehabilitadas y varias se convertirán en conjuntos habitacionales.

Albán precisó que los edificios que probablemente sean demolidos aún no están definidos y que “las viviendas en su mayoría son de propiedad pública”.

En el proceso intervendrán los moradores del sector, aclaró el Mandatario, quien agregó que los  “dueños de los inmuebles recibirán bonos de recuperación patrimonial y, de ser el caso, las indemnizaciones correspondientes”.

También explicó que se creará una empresa para que administre exclusivamente el Centro Histórico de la capital. El proyecto forma parte de un plan de rescate de identidad en 24 ciudades patrimoniales.