El proyecto “Sin funda, gracias” ya no se aplica en los mercados de Quito
Lourdes Maldonado se encoge de hombros y dice que no tiene otra opción más que usar fundas plásticas para despachar las frutas y hortalizas que vende en el mercado San Francisco.
Recuerda que “hace años se vendía en bolsas de papel, pero esos eran otros tiempos”.
El espacio de comercio, ubicado en el Centro Histórico, es uno de los 11 mercados en los que el 18 de enero pasado la Alcaldía de Mauricio Rodas lanzó el proyecto “Sin funda, gracias”.
El objetivo era incentivar tanto a vendedores como a clientes a eliminar el uso de envolturas plásticas.
Para ello, la exsecretaria metropolitana del Ambiente, Verónica Arias, anunció en el mercado del barrio Kennedy la entrega de 10.000 bolsos reusables.
Maldonado reconoce que recibió algunas de estas fundas. No recuerda exactamente cuántas, pero, dice, eran menos de 10.
Gloria Factos, quien también se dedica a vender productos agrícolas en San Francisco, apunta que también recibió los bolsos reusables, pero que le duraron unos pocos días.
Dice que los repartió entre algunos de sus clientes continuos. Al igual que su compañera, Factos ha vuelto a distribuir su mercancía en fundas de plástico.
La mujer considera que la idea no fue mala, pues quienes recibieron las bolsas reutilizables suelen llevarlas cuando hacen sus compras.
Afirma que, sin embargo, la mayoría de sus clientes “llega con las manos vacías y a ellos hay que atenderlos con fundas de las otras”.
Esta situación se repite en los otros 10 puntos de venta inmersos en el proyecto. Es el caso del mercado América, ubicado en la intersección de las calles Venezuela y Río de Janeiro.
Rosa de Collaguazo, quien vende en el lugar hace 20 años, afirma que compra un promedio de 100 fundas plásticas semanales.
Está de acuerdo con la idea de reducir el uso del plástico, pero si el Cabildo entrega las envolturas una sola vez, no sirve de nada. “Nosotros no tenemos dinero para regalar las reusables”. (I)