La ciudad requiere de otro centro de rescate
Planes de control de fauna urbana sufren reducción de sus fondos
María del Carmen Barahona (19 años) es propietaria de Lino, un perro pequinés de 2 años, encontrado en los alrededores del parque Inglés (norte). Cuando lo vio recostado cerca de un basurero, no dudó en recogerlo, llevarlo a su casa, bañarlo y alimentarlo. Al ‘adoptarlo’ notó que el animal no empleaba bien su pata delantera derecha.
Tras 2 días de tenerlo en casa, se preocupó porque Lino no se levantaba, no se alimentaba y lloraba. Entonces, María del Carmen llevó al can al veterinario, quien le dijo que el perrito había sufrido maltrato y tenía desnutrición severa. Al cabo de 2 días de hospitalización, el médico decidió amputarle parte de la pata, pues estaba gangrenada.
Luego de una larga recuperación, Lino volvió a ser un perro saludable y parece no necesitar de su extremidad para jugar con su dueña o pasear; incluso muestra un grado de temeridad, pues no duda en enfrentarse a perros más grandes que él y con cuerpos completos.
Según estadísticas del Cabildo, en la ciudad existen 150 mil perros callejeros. El Cabildo clasifica a los perros como ‘callejizados’ (que viven en las vías) y con dueño (que regresan a sus casas para dormir).
Las cifras muestran que el 80% de los animales que deambulan en las calles tiene dueño y el 20% forma parte de la otra categoría. Con el fin de frenar la proliferación de perros y gatos callejeros, el gobierno local implementó, a partir de 2012, campañas de esterilización, con las que hasta el momento se ha atendido a 40 mil mascotas en más de 150 barrios del Distrito Metropolitano de Quito.
La medida ha dado resultados positivos, según la versión del veterinario Nicolay Herrera, coordinador de la campaña de esterilización, pues se ha logrado detener la reproducción de perros y gatos en más de un 45%.
No obstante, el médico indicó que a pesar de la campaña ejecutada los hábitos de crianza y cuidado que aplican los dueños de los animales no se han revertido. El profesional advierte que se necesita de un cambio en la forma de pensar de las personas, pues el maltrato o el abandono están contemplados como una falta según la ordenanza 048 y acarrean sanciones para quienes incurran en ese tipo de faltas.
Otra medida adoptada por la Municipalidad para mitigar el abandono de mascotas y disminuir la tasa poblacional de perros y gatos vagabundos fue la creación del centro de rescate Urbanimal, que se encuentra ubicado en la parroquia de Calderón (norte).
En el centro, los ciudadanos pueden adoptar mascotas, esterilizarlas, rehabilitarlas, vacunarlas y desparasitarlas. Las denuncias sobre maltrato se receptan en la Agencia Metropolitana de Control (AMC).
Actualmente, ese lugar acoge a 35 perros que fueron encontrados en la calle, en unos casos, y rescatados por casos de maltrato. Alicia Arias, directora del área de Veterinaria de la Secretaría Metropolitana de Salud, mencionó que el centro es un hogar de paso para las mascotas que, además, cuenta con servicio de esterilización.
Arias señaló que uno de los proyectos futuros más importantes para el Distrito en lo que respecta al control de fauna urbana es la construcción de un nuevo centro de rescate en Quitumbe, cuya inversión podría alcanzar los $ 200 mil. Ese espacio tendría capacidad para acoger a más de 100 animales, contaría con un laboratorio especializado y una veterinaria.
De la misma manera, en noviembre se promoverá a nivel distrital una campaña masiva de adopción que contará con el apoyo de entidades privadas y de centros de rescate. El programa se impulsará mediante la nueva iniciativa ‘Parque para perros’, que es un espacio adaptado con fuentes de agua, máquinas de juego y ejercicios para las mascotas sociables. Los parques Metropolitano del Norte, Las Cuadras, Bicentenario y La Carolina serán los primeros 4 sitios modelo de este tipo.
Esta semana, el Concejo Metropolitano reformó el presupuesto municipal para los 3 últimos meses de 2014. Los programas para la regulación y control de la fauna urbana no tuvieron más asignaciones y más bien se redujeron $ 32 mil de los $ 393 mil anuales previstos.
El alcalde Mauricio Rodas explicó al respecto que los programas preestablecidos ya se habían ejecutado y que por eso, no se podía continuar asignando recursos para el efecto en lo que resta del año.
Mario Guayasamín, concejal por Alianza PAIS (AP), dijo no estar de acuerdo con la disposición. “Existen 160 mil perros y tenemos que darle una solución al tema, porque esta situación se ha vuelto un tema de salud pública”, reclamó.