Los padres de William Ch, el pequeño de 4 años, que murió al caerle quintales de arroz, tras el sismo del martes, decidieron sepultar sus restos mortales en el cementerio de San Diego, al sur de Quito.

El pequeño, según versión de la familia, fue aplastado por quintales de arroz que cayeron sobre él cuando dormía en el negocio que poseen sus padres en el sector de El Edén.

La madre del niño, Susana R., relató que ella y su esposo (William Ch.) no se encontraban cerca de él cuando ocurrió el movimiento telúrico. Por ello, tras reponerse del susto, la pareja empezó a buscarlo en la vivienda ubicada en la parte superior del negocio, creyendo que estaría allí tomando una siesta o, quizás, escondido por temor.

Al no encontrarlo ampliaron su búsqueda dentro del negocio y allí descubrieron el cuerpo debajo de los quintales de la gramínea.

Desesperados porque la ambulancia que habían pedido tardaba en aparecer -relató una vecina- tomaron un taxi y llevaron al infante hasta el hospital de Solca, donde solo comprobaron su muerte.

Tres fallecidos (dos trabajadores de la empresa Sinohydro) y el pequeño de 4 años fueron las víctimas mortales del sismo de 5.1, que sacudió la tarde del martes a Quito.