¿Con qué frecuencia juega con sus hijos en la naturaleza?

Los espacios fuera de los entornos urbanos traer grandes beneficios para los pequeños, entre ellos mejorar su relación con el ecosistema. En las ciudades, los espacios ideales para procurar este tipo de experiencias son los bosques.

Estos espacios facilitan el desarrollo motriz, activan su imaginación a través del juego, estimula su movimiento corporal, estimula la alegría por descubrir el mundo con ayuda de los sentidos, por citar algunos.

Relacionarse con la naturaleza, el árbol, el río, los animales, son aspectos connaturales al ser humano y en la medida que se faciliten y amplíen estos vínculos al medio en el cual crecemos, más posibilidades existen de protegerlos.

El contacto con la naturaleza en la primera infancia es una huella imborrable, que se guarda como semillas que más adelante germinarán en buenos recuerdos e importantes aprendizajes.

La potencia del aprendizaje por descubrimiento radica en el contacto directo que niños y niñas tienen con el entorno y por ello le invitamos a conocer dos opciones para disfrutar este fin de semana.

Parque Metropolinato Guangüiltagua

El Parque Metropolitano de Guangüiltagua , en el norte de Quito cuenta con más de 750 hectáreas y es considerado el parque más grande del Distrito, tiene una gran herencia histórica puesto que está atravesado por el Camino del Inca. Su flora y fauna nativa destacan encontrando especies endémicas.

En el sitio se encuentran especies arbóreas como el tilo, el tocte, el arrayán y el Quishuar. Se puede observar más de 10 especies de colibríes y 60 especies de aves que anidan en el lugar, algunas de los cuales están es peligro de extinción.

El parque cuenta con una gran variedad de fauna silvestre como: conejos, chucuris, ranas, sapos, culebras, insectos y aves. Hay lugar para hacer parrillas y parques infantiles rústicos pero el verdadero encanto son los senderos dentro de la zona boscosa.

Parque Metropolitano del Sur

Se encuentra ubicado en Av. Simón Bolívar en el área de El Troje, en el  sur de la capital.

Alejado de la concurrencia de la ciudad, el bosque cuenta con  amplios espacios para comer en familia, o en pareja, hay juegos para niños, rutas para caminar o ir en bicicleta, si caminas puedes encontrar una hermosa vista de la ciudad, sobretodo de los valles.

El lugar se encuentra bien señalizado, cuanta con área de camping y zonas recreativas para un disfrute total en familia.

Cuenta con la presencia de 45 especies de aves, como el matorralero cabecilistado, que también es propio del Pasochoa, el cárcaro, el colibrí rayito brillante, el gavilán espalda roja, búhos, entre otros.

Un paseo por el bosque, respirar aire puro, disfrutar de sus sonidos y también de su silencio, sus olores... mantiene nuestros sentidos despiertos, sosiega el ánimo, abre los pulmones y regenera, en definitiva, todo el organismo.