Por el graderío que conecta al barrio La Loma con el Centro Histórico bajaba ayer Maribel Solórzano con su hija en brazos. Eran las 11:00 y decidió dejar por un momento los quehaceres del hogar para conocer el Parque Urbano Qmandá, edificado donde estuvo ubicada la exterminal terrestre capitalina.  

Solórzano recorrió los jardines, las canchas y la muestra fotográfica expuesta en el lugar y comentó con asombro: “Es impresionante el cambio que vivimos con la construcción de esta obra. Nuestro barrio luce hermoso y ahora nuestros hijos pueden salir a hacer deporte con seguridad. De hoy en adelante, los vecinos del Centro y sur de la ciudad cuentan con este complejo”.

El Cabildo quiteño invirtió alrededor de $ 11 millones en la construcción de la obra que abrirá oficialmente sus puertas al público el 25 de enero, y que cuenta también con servicios de tipo cultural y comunitario.

El uso de algunos servicios como baños de cajón, piscinas y el gimnasio costará entre $ 1 y $ 2.Augusto Barrera, alcalde de la ciudad, recorrió este lunes junto a otras autoridades municipales, las instalaciones, que registran un avance de más del 95% de construcción. Barrera indicó que la primera fase está concluida y que únicamente falta terminar lo relacionado a la parte operativa; y que para ello se hacen pruebas de sonido, iluminación y funcionamiento de todos los equipos.

También mencionó que el nuevo espacio fue construido con el apoyo de la ciudadanía  y calificó a la obra como un hito urbano, comunitario y cultural. “La gente de toda esta zona y de la ciudad se encontrará en este lugar, pues somos  quiteños en cuanto nos encontramos con otros quiteños”, indicó el funcionario.

El complejo forma parte del proyecto de Revitalización del Centro Histórico y del eje de movilidad del bulevar  24 de Mayo. Dos obras que, en breve, se integrarán al eje son la recuperación de los molinos de El Censo y la rehabilitación del expenal García Moreno.

El nuevo espacio se extiende sobre una superficie de 32 mil metros cuadrados (m2), tiene 15 mil m2 de edificación y cuenta, entre otras cosas, con canchas de fútbol, voleibol, gimnasio, salas de bailoterapia, aeróbicos, cafetería, auditorio y piscinas de sistema estático (con acción similar a la de una caminadora).

“Este es un cambio necesario para Quito, especialmente para el sur de nuestra ciudad. Ahora nuestros hijos ya no se quedarán en casa viendo televisión, pues tienen un espacio hermoso para hacer deporte”, mencionó Robert Terán, morador del barrio Pío XII.

El uso de varios espacios como las piscinas, el gimnasio, los baños de cajón, etc, tendrá un costo  de entre
$ 1 y $ 2 . Los usuarios podrán pagar directamente cada uno de los servicios en el sitio o  adquirir una tarjeta prepago y recargarla con valores de $ 5 a $ 20.

José Cruz, director de la Secretaría de  Recreación y Deporte, señaló que el complejo no es recreacional sino para práctica deportiva, pues los usuarios podrán utilizar por un tiempo determinado cada área del complejo.