Hace poco más de 4 meses (14 de mayo) empezaron las operaciones en el Corredor Sur Occidental y a lo largo de la avenida Mariscal Sucre varias paradas están en mal estado.

El corredor, que va desde el Terminal Terrestre Quitumbe, en el sur, hasta el Seminario Mayor, en el norte, diariamente, moviliza a 280.000 personas y el “trajín” ha causado que las puertas de acceso y las áreas de embarque y desembarque  se deterioren.

Por ejemplo, en la estación Santa Rita, en el sur, son evidentes los rayones en las puertas de embarque provocados por las rampas de los buses alimentadores.

Leonardo Álvarez, recaudador de la estación, cuenta que hace unas  semanas un chofer no tuvo la precaución de cerciorarse de que había cerrado  la rampa y cuando arrancó, dañó la puerta de acceso. “Al momento se está reparando esa área, pero ya se incorporarán cámaras de seguridad internas”, dice.

Situación similar sucede  en la parada El Pintado, en la que otro bus tipo  tuvo el mismo percance, pero el daño fue mayor. En la estación el acceso principal  está recubierto con cinta de seguridad amarilla para prevenir a los usuarios.

El portón de entrada y salida de peatones también tiene problemas, según el guardia de seguridad, ocasionados por un usuario que lo “rompió sin querer”.

La parada La Mascota, ubicada en la intersección con  la avenida Rodrigo de Chávez, también tiene daños. Allí uno de los ventanales está destruido, supuestamente, por un acto de vandalismo.

Alejandro Barba, habitante de la zona, pero cree que los responsables fueron jóvenes  que huyeron tras cometer el destrozo. “Es lamentable que la gente no cuide los bienes que son públicos y que benefician a todos”, comentó indignado.

Entre los túneles de San Roque y San Juan, la estación El Tejar también está seriamente deteriorada. La puerta de ingreso de los peatones está rota y arrimada a un costado, sostenida por unos bidones de plástico azul.

En esta parada también se colocaron cintas de seguridad para impedir que los usuarios pasen y evitar un accidente. Ello debido a que en el extremo norte  se levantó una estructura metálica  que funcionó como parada provisional.

Jhon Hinojosa, uno de los controladores operacionales que  apoyan en los “puntos críticos” como El Tejar, Dos Puentes, San Roque y Miraflores, indicó que los daños pueden ser ocasionados por errores humanos o fallas mecánicas. “Nosotros, bajo estudio técnico, determinamos la falla o responsabilidad del conductor y si se determina  culpabilidad el costo del daño es descontado al conductor”, señaló el funcionario.

Al respecto, el secretario de Movilidad, Carlos Páez, aceptó las “limitaciones” que tiene el sistema al operar con buses tipo y no con buses articulados como operan el Trolebús y la Ecovía.

Sin embargo, destaca que en estos cuatro meses de operaciones se han realizado arreglos estructurales en los andenes: rehabilitación de accesos peatonales, gradas en puentes para que lleguen a las mismas paradas y el  mantenimiento de estaciones.

“Para el próximo año está prevista la compra de buses articulados, pero aún no se conoce cuántas se adquirirán”, indicó el secretario de Movilidad.

Antes de ejecutar la compra, Páez precisó que aún se estudia la utilidad que se dará a los buses tipo, que operan actualmente, una vez que se adquieran los articulados.