Alrededor de cinco millones de dólares ha destinado el Municipio de Quito para implementar el sistema de nomenclatura en el 97% de la ciudad y actualmente    las placas también se instalan en once de las 33 parroquias rurales.

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La nomenclatura es un conjunto de normas convencionales que permiten ubicar e identificar direcciones exactas de avenidas, viviendas e instituciones, a fin de facilitar la localización de un punto dentro del Distrito Metropolitano.      

Las parroquias rurales que ya cuentan con las placas son: Nayón, Conocoto, Cumbayá, Tumbaco, Calacalí, Puembo, Amaguaña, Calderón, Alangasí, La Merced y Guangopolo. Mientras que en las áreas urbanas que aún no cuentan con este sistema de  señalización está previsto retomar su colocación una vez que toda el área rural haya sido cubierta.                

En la ciudad existen dos tipos de nomenclaturas: una vial y una de predios; esta última permite contar con un registro numérico de las viviendas y locales comerciales y se coloca en el ingreso principal de los domicilios, edificios, instituciones, hospitales, centros de estudios, entre otros. La señalética vial, en cambio, corresponde a la identificación de nombres y códigos de las vías.    

El sistema de nomenclatura está vigente en la ciudad desde 1992, pero se aplicó en sectores específicos, sobre todo, para negocios. Hace cuatro años se decidió aplicar el sistema tanto en el área urbana como rural.

Según Lorena Izurieta, encargada del área de nomenclatura y publicidad exterior del Cabildo, este sistema permitirá a los ciudadanos tener información georreferenciada de cada predio dentro de la capital.  

Para Segundo Murillo, quien se desempeña como mensajero desde hace 10 años, el sistema aún es difícil de comprender por la falta de práctica a la hora de ubicar una dirección, pues la mayoría de la gente aún usa la numeración anterior y hay confusiones a la hora de llegar a un lugar específico.        

Amparo Cruz, ama de casa, anota que ahora  la nueva nomenclatura  se utiliza para realizar cualquier trámite, “por ejemplo para que nos pongan el sistema de televisión pagada debemos informar  la dirección exacta del predio”.       

Quienes no tengan este sistema en sus domicilios pueden solicitarlo a la Empresa Metropolitana de Obras Públicas. Cabe anotar que el costo de las placas numeradas se paga mensualmente en las planillas de consumo de agua potable:  58 centavos por cada predio durante 48 meses.

De su lado, Fernando A., taxista del sur de Quito, mencionó que si bien casi el 90% de la ciudad ya tiene la nueva codificación, aún falta capacitar a la ciudadanía sobre cómo leer las placas colocadas en las principales avenidas de la ciudad: “me resulta fácil encontrar una dirección porque ya conozco la ciudad, pero a la hora de entender qué dicen los números de los rótulos, en realidad, no sé bien de qué se trata”.

Para facilitar su comprensión, la Empresa Pública Metropolitana de Obras Públicas y Movilidad (Epmmop) está dictando charlas para los moradores de las zonas en  donde se coloca la nomenclatura, pero también se realizan capacitaciones a grupos empresariales, colegios o barrios que deseen conocer cómo leer los códigos de la ciudad. Los interesados pueden acudir a la institución.